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Al menos ocho muertos y 17 viviendas destruidas dejó un sismo de grado 7,9 en la escala Richter que afectó anoche a las ciudades chilenas de Iquique y Arica, en la frontera con Perú y Bolivia. El sismo interrumpió el suministro eléctrico y causó alarma en la población de Iquique, cientos de cuyos habitantes salieron a las calles en pánico ante la posibilidad de derrumbes y eventual tsunami. Dos ancianos perecieron en Pozo Almonte y cinco personas murieron cuando una roca aplastó su vehículo en una ruta. El sismo, que se extendió por más de 50 segundos, abarcó una vasta zona del norte chileno, pero en la ciudad minera de Calama, 1230 kilómetros al norte de Santiago, alcanzó una magnitud menor y en la región central de Chile no se sintió. En el sur de Perú el fenómeno también causó alarma en las ciudades de Arequipa, Moquegua y Tacna, donde también hubo cortes de energía eléctrica y la interrupción de comunicaciones telefónicas. También fue sentido en Bolivia y Brasil, sin causar víctimas ni daños materiales.