SOCIEDAD › DESDE AYER, 300 GUARDIAS URBANOS PATRULLAN LA CIUDAD
Un cuerpo civil y sin armas
Con mayoría de mujeres, los guardias se dedicarán a prevenir faltas y contravenciones, y a mediar en conflictos, pero también podrán labrar actas de infracción. En 2006 serán 800.
Por Eduardo Videla
Visten uniforme pero no son policías; cumplen funciones de seguridad, pero no están armados; pueden labrar actas de infracción pero no son inspectores. Se trata de los integrantes de la flamante Guardia Urbana, un organismo cuya creación fue anunciada por el gobierno porteño antes de fin de año y que ayer hizo su presentación social. Está integrada por 300 efectivos, de los cuales 153 son mujeres. Tienen entre 21 y 35 años. Y recorrerán, en una primera etapa, dieciséis barrios porteños, de a pie o a bordo de flamantes utilitarios. Su función: prevenir faltas y contravenciones y mediar, dentro de lo posible, en los conflictos vecinales. La experiencia toma como modelos las policías comunitarias de Londres, Toronto, Río de Janeiro y, en el plano local, el municipio de Rosario.
El nuevo cuerpo de seguridad porteño fue presentado ayer por el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, en un acto realizado en la Costanera Sur. Abrigados con camperas azules, los guardias soportaron con estoicismo el viento frío de la mañana. Después de todo, venían de tres meses de intensa instrucción: desde adiestramiento físico y defensa personal hasta primeros auxilios y técnicas de mediación.
¿Qué función cumplirá un guardia urbano? “Por la mañana recorrerán los senderos seguros que están trazados en torno de las escuelas y luego irán a los centros comerciales de cada barrio”, puso como ejemplo el subsecretario de Seguridad de la ciudad, Claudio Suárez, responsable directo del nuevo cuerpo de agentes. En los centros comerciales, los guardias podrán hacer control de estacionamiento o carga y descarga, o de ocupación de la vía pública. También pueden verificar el cumplimiento de las normas que obligan a los automovilistas a usar cinturón de seguridad o a los motociclistas a utilizar casco. Y en zonas como el Centro y la Recoleta cumplirán además la función de asistencia a los turistas.
Los guardias urbanos trabajarán en grupos de 20, cada uno con un supervisor. Estarán en la calle durante las 24 horas, incluso los fines de semana. En el turno de la noche estarán abocados, más que nada, a reforzar el control de alcoholemia en los automovilistas y a recorrer las zonas de restaurantes y boliches bailables. También deberán actuar en los casos de personas en situación de calle, en estado de abandono, dando intervención al servicio Buenos Aires Presente, de asistencia a los sin techo.
¿Tienen atribuciones para labrar actas de infracciones? “Sí, pueden hacer actas de comprobación como las que hace la policía, pero que deben ser validadas por los controladores de faltas”, explicó Suárez a Página/12. Por ese motivo, cada guardia urbano llevará consigo, como un arma, el talonario de boletas de infracción y una lapicera.
En cambio, no podrán hacer actas de contravenciones, ya que es la Policía Federal la que tiene competencia en esa materia. “Lo que pueden hacer, ante una contravención, es exhortar al infractor a que cese su conducta. Y en caso contrario deberá dar intervención a la policía o a los fiscales”, explicó el funcionario. Para eso, el guardia cuenta con otra arma: equipo handy para comunicación. También podrán pedir la asistencia de Bomberos o del SAME.
¿Debe intervenir el guardia urbano si se enfrenta con una pelea callejera? “Sólo si no pone en riesgo su integridad –aclaró Suárez–. En lo posible, debería actuar en la instancia previa a la pelea, para prevenirla.” Para afrontar posibles situaciones de riesgo, los guardias irán siempre, al menos, en parejas.
¿En qué situaciones pueden actuar como mediadores? En conflictos vecinales que pueden derivar en contravenciones, como ruidos molestos: puede exhortar a una de las partes a que cese el sonido o disminuya su intensidad, antes de que actúe el fiscal contravencional.
La convocatoria para la selección de personal se hizo en noviembre del año pasado. Se tomó como base el Servicio de Empleo de la AMIA, la base de datos de solicitud de empleos de la ciudad. Hubo en total 1100 postulantes, de los cuales calificaron 318: se exigía estudios secundarios completos, conocimiento de idiomas, licencia profesional para conducir y nociones de primeros auxilios. Los elegidos cobrarán un sueldo de 1000 pesos. “En septiembre se incorporarán otros cien efectivos y antes de fin de año habrá quinientos guardias en la calle”, adelantó Suárez. El número ideal, estima, ronda entre los setecientos y ochocientos y será alcanzado recién el año próximo.