SOCIEDAD
“Respuestas inmediatas al via crucis de los niños”
Como cierre de la peregrinación a Luján, se leyó un mensaje de Bergoglio con un fuerte reclamo por la situación de los chicos de la calle. Se pronunciaron palabras por las víctimas de Cromañón.
“Los Herodes de hoy tienen muchos rostros diversos, pero la realidad es la misma: se mata a los niños, se mata su sonrisa, se mata la esperanza... son carne de cañón.” El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, envió desde Roma una carta a los fieles que participaron de la 31ª peregrinación a Luján, con un mensaje de fuerte crítica por la situación de la pobreza y reclamó “respuestas inmediatas al vía crucis de los niños de la calle”. En la marcha estuvo presente un grupo de familiares de víctimas de Cromañón.
La 31ª peregrinación juvenil a Luján concluyó con una denuncia de la Iglesia sobre la “situación de emergencia” que atraviesan la niñez y la juventud en el país. El vicario general de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, rogó “por los que no están con nosotros, especialmente por los chicos de Cromañón y por los que desaparecieron”. Si bien la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular –organizadora de la marcha– no dio cifras oficiales sobre la cantidad de fieles, según estimaciones de la Policía Bonaerense, participó de la marcha alrededor de un millón y medio de peregrinos.
Al cierre de la procesión, al frente de la Basílica de Luján, fue leído el mensaje de Bergoglio, enviado desde Roma y dirigido a la multitud. “La presencia de situaciones injustas y riesgosas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes nos golpean y conmueven”. El cardenal mencionó a niños y jóvenes “en situación de calle, mendigando, durmiendo en estaciones de subtes y ferrocarriles, en zaguanes y recovas; en ocasiones ‘aspirando’ solos o grupalmente, son realidades habituales en el cotidiano paisaje ciudadano. Niños y adolescentes cartoneando y hurgando en la basura en búsqueda quizá de su única comida diaria, aun en horas entradas de la noche. Debemos tomar conciencia de que cada chico marginado, abandonado o en situación de calle, con deficiente acceso a los beneficios de la educación y la salud, es la expresión cabal no sólo de una injusticia sino de un fracaso institucional que incluye tanto a la familia como también a sus vecinos, a las instituciones barriales, a su parroquia y a los distintos estamentos del Estado en sus diversas expresiones”, afirmó el arzobispo de Buenos Aires.
A las 6.45, los familiares de las víctimas de Cromañón entraron en la Basílica y se colocaron en primera fila con sus fotos y remeras blancas con los nombres de los 194 muertos.