Viernes, 3 de febrero de 2006 | Hoy
SOCIEDAD › VIVIA EN SAN LUIS Y NO SE SABE NADA DE EL DESDE HACE DOS MESES
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el titular de la División Desaparición de Personas de la Policía Federal, subcomisario Jorge Fernández, trabajan desde ayer en un caso misterioso: la desaparición, desde el 1º de diciembre pasado, del ciudadano español de 68 años Manuel Moneo Simón. Lo último que se supo de Moneo Simón es que salió de Arizona, San Luis, donde tiene un aserradero, llevando consigo 10.000 euros destinados a comprar una máquina para su empresa. Desde entonces nadie volvió a tener contacto con él, aunque sí se produjeron algunas llamadas extrañas. Las hipótesis van desde una improbable desaparición voluntaria hasta un homicidio para robarle, tal vez cometido por un conocido.
La hermana de Moneo, María del Carmen, llegó desde España y tomó contacto no sólo con el ministro del Interior sino también con el embajador de España en la Argentina, Carmelo Angulo Barturén. Aníbal Fernández dispuso una investigación inmediata y habrá un seguimiento por parte de la embajada.
Los siguientes son los ingredientes de un enigma al que, al menos hasta el momento, no se le encontró solución:
- Moneo salió de Arizona y desde entonces, 1º de diciembre, no volvió a llamar a Madrid, a su hermana María del Carmen, cosa que hacía dos o tres veces por semana.
- En el caso intervino la policía de San Luis sin que se encontrara ningún rastro del desaparecido.
- Pocos días después de la desaparición, hubo varias llamadas a la hija de Moneo pidiéndole datos del empresario, como por ejemplo su número de DNI, el pasaporte y otras informaciones de identidad. Cuando la hija, Adriana, que vive en Córdoba, le señaló a quien llamaba que se comunicara con el abogado de Moneo, nunca más hubo una comunicación.
- A mediados de diciembre, o sea 15 días después de la desaparición, hubo otra llamada extraña. Una voz masculina se comunicó con un taller de General Pico, La Pampa, donde Moneo había dejado una furgoneta de su propiedad para que la arreglaran. El dueño del taller no sabe si quien llamó fue Moneo u otra persona, pero en la comunicación le preguntaron cuánto costaba el arreglo y hubo un pedido de un número de cuenta para mandarle el dinero. Después de esa llamada, no hubo ninguna otra y no está claro si la plata fue enviada o no.
- Desde el 15 de diciembre no hubo más llamadas de ningún tipo.
Desaparición de Personas trabajará obviamente la hipótesis de que Moneo resolvió dejar San Luis por su propia voluntad, sin que se pueda descartar alguna deuda o una relación sentimental. Ambas vertientes parecen poco probables porque Moneo era una persona muy organizada, con un nivel de vida relativamente holgado y, en cualquier caso, hubiera llamado a su hermana a Madrid como lo hacía todas las semanas.
La otra eventualidad es que alguien lo haya atacado para robarle o por alguna otra razón. Sin embargo, una desaparición de esa naturaleza sólo se explicaría si el agresor es alguien conocido de Moneo, por lo que parte de la pesquisa deberá desarrollarse en San Luis. Será imprescindible hacer un análisis de las llamadas telefónicas que hizo y recibió, sus movimientos bancarios y si realizó o no extracciones en cajeros automáticos.
Por ahora, los datos que existen en la investigación no permiten definirse por una hipótesis y lo único seguro es que han pasado demasiados días, más de dos meses, sin que se sepa nada del ciudadano español.
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