La Justicia Civil y Comercial condenó a la aerolínea brasileña Varig a resarcir con 2400 pesos a una pareja que sufrió una demora de 24 horas en un vuelo de regreso desde Florianópolis, en enero de 2004. El juez José Luis Tresguerras ordenó el pago del resarcimiento en favor de Juan Carlos Bagnat y Patricia Gallo, quienes tenían pasajes para regresar desde la localidad turística el 31 de enero de 2004 a las 15.30, pero tras sucesivas demoras –que incluyeron un inesperado alojamiento en un hotel– sólo pudieron hacerlo a la misma hora del día siguiente.

Los perjudicados relataron a la Justicia que el hotel al que los derivó la compañía “no tenía previsto un servicio de cena”, ni tampoco otros gastos, como por ejemplo dos botellas de agua mineral por las que debieron pagar seis reales, dinero que pagaron de sus bolsillos y que inicialmente no les fue reintegrado.

No obstante, el juez justificó la demora por un problema técnico: “La seguridad aérea es un tema vital y su observancia estricta y completa es un deber insoslayable del transportista aéreo”, dice el fallo, al que accedió la agencia DyN. “En esta materia no se debe tolerar la más nimia de las fallas, y ello debe ser fácilmente comprensible por el viajero”, subrayó el magistrado. Pero al mismo tiempo señaló que “una empresa que hace su negocio transportando personas debe suministrar a ellas la atención y gentileza que merecen”, adoptando “los recaudos mínimos, como serían la comunicación pronta al pasaje, el tiempo probable de espera, la atención debida y oportuna de los pasajeros durante el viaje”.