Ayer por la tarde, el ministro de Interior, Aníbal Fernández, recibió a Marcelo Bragagnolo, padre de Matías, el chico de 16 años fallecido en forma confusa tras una pelea en Palermo Chico el domingo pasado. A Bragagnolo lo acompañaba Juan Carlos Blumberg. Por otro lado, la jueza mantiene la calificación de la causa como “muerte dudosa”, continuará el secreto de sumario y proseguirán detenidos los dos menores y el policía Luis Villegas. La familia Bragagnolo sostiene a rajatabla que Matías fue asesinado y apunta toda su estrategia a demostrar el homicidio. Pero por el momento todos los datos parecen llevar a la idea de que Matías falleció por lo que vulgarmente se conoce como “muerte natural”. “En ese caso, la biblioteca judicial se va a partir en dos. De un lado van a estar los jueces que dirán que los agresores dispararon el mal congénito y la otra mitad dirá que no es suficiente para hablar de homicidio”, analizó un jurista ante la consulta de este diario. Está claro que los Bragagnolo se aferrarán a la primera.

La jueza de menores que lleva la causa, María Teresa Salgueiro, mantiene las detenciones y el secreto de sumario. La prórroga del silencio está vinculada a la espera de algunos resultados de la autopsia y a la obtención de más datos que puedan definir el escenario y las causas de la muerte. Mandó pedir a Bragagnolo la historia clínica de su hijo e intenta averiguar en qué medida intervino el azar, algún defecto congénito, o qué responsabilidad le cabe a cualquier agente exterior.

Por el momento, todo apunta a que la muerte de Matías fue lo que se conoce como muerte natural. Según un médico experto consultado por Página/12, la muerte por edema pulmonar (tal como especificó el informe preliminar de la autopsia) está vinculada a una disfunción cardíaca. “No es un paro cardíaco –señaló el experto–; el corazón sigue bombeando, pero mal, y los pulmones quedan llenos de sangre. La muerte no es súbita, puede llevar un tiempo prolongado.”

Este diario tuvo acceso al informe del médico del Same que llegó al edificio de Ortiz de Ocampo 2882 buscando auxiliar a Matías. El informe dice, textualmente: “09-04-06: Auxilio solicitado en forma telefónica por el Nº 155-618... para Ortiz de Ocampo 2882 código “J” (Pérdida de conocimiento).

Hora de pedido: 02.13.hs.

02.14 hs. sale FER 1 chofer 525 Dr. Aimeta.

02.18 hs. llega.

03.32 hs. finaliza sin traslado.

Paciente: Bragagnolo Matías 16 años Código 46 (Obito).

Interviene Inspector Fonseca L.P. 2165 Seccional 53.”

El parte médico da con precisión el horario en que fue solicitada la ambulancia. FER 1 es el código de la ambulancia, con base en el Hospital Fernández. El celular es el del solicitante, ubicado en el edificio de Ortiz de Ocampo. Los cuatro minutos no coinciden con la demora denunciada por uno de los chicos que se presentó a un programa radial el martes. “Nosotros sabemos cuándo pidieron la ambulancia, cuándo salió y que tardó cuatro minutos en llegar. No sabemos cuánto llevaba desvanecido el joven cuando llamaron. Pueden haber pasado unos cuantos minutos”, aseguraron desde el Same.

De cualquier forma, el médico emergentólogo Aimeta señaló en su informe que no se registraban a simple vista y sin quitar las vestimentas marcas o hematomas típicas de una riña callejera. La impresión del médico coincide con el diagnóstico de edema pulmonar. Pero la familia insiste. Su abogado, Nicolás González Siches, cuando este diario lo consultó, dijo:

–¿Cree que lo mataron?

–Lo mataron los hechos. Lo que está claro es que no murió de muerte natural.

La familia apunta al homicidio. Pero todo parece indicar que se trató de una falla congénita o algún diagnóstico no visible. “Si eso pasa, la Justicia se va a partir en dos –dijo a este diario un camarista porteño–. Por un lado, van a estar los jueces que digan que fue homicidio porque la pelea puede haber desatado la falla. Y por el otro, los que digan que no es homicidio porque no hay elementos para provocar la muerte y no se sabía que se podía producir.” Está claro que, en ese caso, los Bragagnolo se aferrarán a la primera. Algo así como que no fue homicidio, pero lo mataron.