SOCIEDAD › FINALMENTE, LA ENORME ESCULTURA DE PALERMO EMPEZO A FUNCIONAR
La flor que logró cerrar sus pétalos
Fue inaugurada a mediados de abril, pero por “desajustes” en su mecanismo, siempre se mantuvo abierta. Pero ayer, la “Floralis Genérica” entró en acción. Se abrirá todas las mañanas a las 8.30. Y cerrará al anochecer. Por las noches tendrá una iluminación especial. Si hay luna llena, quedará abierta.
Por Horacio Cecchi
“Uuhhh”... “Ahhh”... “Eeehh”. Las exclamaciones del público fueron variadas, pero todas con el mismo objetivo: la UFG, taxonómicamente “Una Floralis Genérica”, vulgarmente Uy qué Flor Gigante, finalmente ajustó sus mecanismos y ayer a las 17.17 inició el cierre de sus 18 toneladas de pétalos. Había sido inaugurada –en Argentina todo se inaugura y se está por inaugurar, incluyendo las flores– a mediados de abril, pero “desajustes lógicos” (según los técnicos que la controlan) postergaron su normal funcionamiento hasta ayer, cuando, efectiva y lentamente, Uy cerró sus seis pétalos en el término de 16 minutos. Sólo falta poner a prueba las luces.
Debajo de la fuente sobre la que se instaló la Floralis, ubicada en la plaza Naciones Unidas, entre la Facultad de Derecho y Canal 7, la sala de máquinas es la clave del asunto. Allí dentro se controla el sistema de programación que permite abrir y cerrar la Floralis. El programa guarda los horarios precisos en que se pone el sol cada día. A esa hora, cual girasol gigantesco, la FG se cierra por órdenes informáticas desde sus raíces. El mecanismo es impulsado por un pistón convenientemente gigante. “Tiene 100 toneladas de tiro”, describió el ingeniero Sergio Pozzoni, encargado de la coordinación del sistema floral.
La naturaleza, tan sabia, hace que las flores abran y cierren por efectos de su líquido alimento, o sea el agua. Y la Uy que Flor Gigante, como toda flor, abrequetecierra con el mismo elemento. Una bomba hidráulica impulsa el pistón hacia abajo. “Los brazos de los pétalos están articulados –describe botánicamente Pozzoni–. De una punta, al pistón. De la otra, al tallo. Cuando el pistón empuja, los pétalos bajan y se abren. Cuando tira, suben y se cierran”.
Valga, de todos modos la observación: no es la gigantez la peculiaridad más destacable de esta flor, ya que la naturaleza a pergeñado en escala botánica otros ejemplos tan o más gigantescos que la UFG, léase baobabs, araucarias con sus correspondientes floraciones, etc. Tampoco es el cerebro informático, que tanto deslumbra a quienes se preguntan por su funcionamiento: florcillas tan minúsculas como las nomeolvides cuentan con un cerebro mucho más ínfimo en tamaño, en nada ampuloso, y que aún no se ha determinado exactamente su ubicación ni por qué funciona de esa forma y no de otra.
No. La diferencia de la Floralis estriba en su imperfección. En la naturaleza, también hay imperfecciones, pero éstas vienen a ser la excepción que confirma la regla. En cambio, en el caso de la Floralis, por tratarse de la única en su especie según confirmó el propio Pozzoni, un defecto pasa a ser un rasgo propio. Y fueron las pequeñas imperfecciones las que detuvieron su abrir y cerrar durante dos meses. “Cuando se hace un vehículo, todo se prueba en un prototipo, donde se van corrigiendo los errores –señaló el ingeniero–. Pero en este caso (el de la FG), era imposible porque ésta es la única en el mundo. No hay experiencia previa como para saber qué pequeños desfasajes pueden alterar el funcionamiento. Repito: no fueron problemas sino desajustes que ya se han solucionado. Lo que falta ahora es coordinar los movimientos y las luces”.
Según los cálculos menos optimistas, en el entorno de la flor se estima que para el 1º de julio, la FG estará cerrada y abierta al público, con todas sus luces. Cabe agregar dos datos de importancia para el interesado: por más que el sol modifique sus horarios de salida, la FG abrirá todos los días a las 8.30. “Si no, en verano no la va a ver nadie”, aclaró Pozzoni. El otro dato: será en vano que el interesado se instale a ver la floración los 25 de mayo, 21 de setiembre, y 24 y 31 de diciembre. Esos días la FG quedará abierta. Y en las noches de luna llena, también.