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Eduardo Duhalde llegó a Salta junto al ministro del Interior, Jorge Matzkin, a encontrarse con los gobernadores del norte argentino con una sola intención: delimitar las reglas básicas de la elección interna partidaria. Esta es una de las condiciones que cree el Presidente que le permitirá una salida ordenada de su gobierno y así pasarle la posta a otro peronista. Eso sí, siempre y cuando alcance un acuerdo con el FMI. La reunión se concretó 48 horas antes de su reencuentro con su viejo socio, el ex presidente Carlos Menem.
Salta resultó un buen escenario para la reunión justicialista. Le convenía a Duhalde y también al anfitrión, Juan Carlos Romero. Al primero porque visita a un gobernador precandidato y sirve para justificar su posterior encuentro con Menem en La Rioja. Si bien el bonaerense se preocupó por repetir que lo del lunes no debe ser tomado como una reunión sino simplemente que “participarán de un acto público”, dos gobernadores se encargaron de confirmar a este diario que durante la cena que se realizaba al cierre de esta edición, la agenda incluye la conversación con el ex presidente en el marco de la interna partidaria.
A Romero también le vino de perillas que la reunión de los mandatarios se realizara en su provincia. Es uno de los precandidatos presidenciales y le sirve para juntarse con sus colegas de las provincias chicas y “generar un pequeño polo de poder” que les permitirá enfrentar a los presidenciables de las provincias más grandes.
Los gobernadores le expresarán al Presidente la necesidad de que “arregle” con Menem la interna. Es decir, según un mandatario norteño, que “se acepte el resultado y el encolumnamiento detrás del que gane tal como lo pidió la embajada de los Estados Unidos”.
Los que estaban en la cena no lo dicen, lo reconocen sus colaboradores cuando sostienen que la idea de acordar “reglas claras y transparentes para una interna” tiene por objetivo definir quiénes serán en definitiva los precandidatos. “Si las definen Menem, (Carlos) Reutemann, (José) De la Sota y Romero, el que no las acepte no le quedará más remedio que ir por fuera”, repitieron a este diario desde la residencia oficial del gobernador salteño. Es claro que en el lote de afuera están el santacruceño Néstor Kirchner y el puntano Adolfo Rodríguez Saá.
Oficialmente los participantes de la reunión adhirieron a la posición oficial de que las internas deben ser abiertas, obligatorias y simultáneas y que todo ese proceso llevará tanto tiempo que los comicios presidenciales no podrán ser antes de setiembre del próximo año. Sin embargo, en la cena de anoche se hablaba de otra fecha. Los gobernadores de las provincias del norte consideran que las internas deben realizarse antes de fin de año. La fecha tope es el 15 de noviembre.
Noviembre tiene una razón. Según los mandatarios “no hay que confiarse de la tranquilidad” que se vive por estos días. Sostienen que es mejor prevenir e ir preparando al partido ante la necesidad de recurrir a un llamado anticipado de comicios que para muchos será en marzo. “El peronismo debe estar al frente del próximo gobierno”, insisten.
Lo político no fue el único tema de conversación. Los gobernadores le reiteraron a Duhalde el apoyo a la iniciativa del titular del Banco Central, Mario Blejer, de inmunidad a los directivos de la entidad. Ese apoyó se plasmó a través del respaldo al proyecto que presentó el ex jefe de Gabinete y senador, Jorge Milton Capitanich.