Por fin llegó el día en el que se depositaron tantas expectativas, deportivas y de las otras, que incluyen las comerciales. El comienzo del Mundial generó una explosión de ventas de televisores, especialmente los altamente cotizados de LCD y plasma, con valores que van desde los 5000 hasta los 25.000 pesos. El furor alcanza también a las pantallas gigantes: muchos bares y restaurantes las han instalado en busca de incrementar el rating y el consumo en estos días, y las empresas que las alquilan ya no tienen más unidades disponibles: las han contratado clubes, escuelas y hasta grupos de personas que tienen previsto reunirse en una quinta para seguir el partido. Hasta el Ministerio de Cultura porteño se sumó a la movida con la emisión de los partidos en los que juega Argentina y, luego, hasta los cuartos de final, en centros culturales de la ciudad. Todo sea por estar cerca de la Selección, a pesar de la distancia.

Mariano Gauna trabaja en la empresa Prowatta, dedicada al alquiler de pantallas gigantes en Capital y alrededores. Relata que las pantallas, que en cualquier momento del año son alquiladas para “cumpleaños, presentaciones u otras ocasiones”, ya están “todas alquiladas” para los días en que juega la Selección. Los clientes son bares, oficinas, clubes y hasta grupos de particulares como los que se reunirán hoy en alguna quinta para ver el partido. Sus costos “dependen del tiempo de alquiler”, pero lo notable es que “hubo un aumento de la demanda y hay poca oferta. Entonces los precios normales, que son de 150 pesos por evento, se elevaron a 350 pesos”, explicó. Las medidas de las pantallas varían “desde un metro y medio hasta seis metros”, aunque el costo es el mismo.

Para Alejandro Marcos, de Extrasdata, que también alquila pantallas gigantes, “el incremento de alquileres fue de un 300 por ciento”. Fueron, en general, “para lugares privados”, por ejemplo “para una casaquinta en la que se reúnen amigos que se reparten los gastos. Los costos son de 300 pesos en pantallas de tres metros por cuatro”. El costo es “por cada partido e incluye la pantalla, el sonido y el proyector”. También alquilaron el servicio a “un colegio de Capital para que los chicos vean los partidos” y por eso “ya tienen todo cubierto”.

Desde la empresa Red Megatone, los gerentes Pablo Cassina y Javier Cominoti señalaron a Página/12 que “las expectativas de ventas fueron superadas. Fue notorio el fuerte crecimiento de ventas de LSD y plasma, en los últimos meses y también en comparación con el año pasado”. Los consumidores se volcaron a este tipo de elementos a pesar de su costo: “Los LCD cuestan desde 5 mil hasta 12 mil pesos y el plasma desde 10 mil hasta 25 mil pesos”. En conclusión: “Ha sido un buen mes, cuyas ventas se impulsaron por el Mundial, porque no son meses en los que exploten las ventas habitualmente”.

En Garbarino, el director comercial, Enrique Germano, señaló que los productos más vendidos fueron, “en general, toda la línea de televisores, en todas sus variantes. La venta de televisores aumentó hasta en un 40 por ciento”. Para el gerente Comercial de Frávega, César Trivilino, “si consideramos el cuatrimestre enero-mayo de 2005 con el de este año, las ventas de televisores se incrementaron en un 110 por ciento, donde tienen una participación importante las pantallas de 29 pulgadas convencional y los de pantalla plana. Las de plasma y LCD también tuvieron un crecimiento: en ese rubro Frávega quintuplicó su volumen”.

El crecimiento de las ventas está vinculado “varios factores: el recambio tecnológico, las promociones con valor agregado y los medios de pagos”, indicó Trivilino. Este boom de ventas comenzó “a partir de marzo, cuando lanzamos una promoción en la que, comprando cualquier televisor, los clientes participan del sorteo de 90 plasmas 42” Philips. El boom fuerte se dio a partir de la segunda quincena de abril y mayo fue realmente espectacular durante todo el mes. Junio también sigue con un nivel muy alto de consumo.” En Red Megatone la promoción incluyó un “plan canje, con la entrega de un televisor usado, que se dona a una entidad de bien público que el cliente elige, a cambio de lo cual recibe una bonificación de 150 pesos para comprar otra TV nueva”.

El Ministerio de Cultura porteño no quiso quedar afuera de la movida: anunció que durante la competencia, en nueve centros culturales se verán los partidos en pantalla gigante: hoy a las 16, se podrá ver Argentina-Costa de Marfil en el Centro Cultural Homero Manzi, en Tabaré 1299, en Pompeya, y también en el Cine El Progreso, en Avenida Riestra 5651, en Mataderos. El viernes 16, a las 10, cuando Argentina se enfrente con Serbia-Montenegro, se verá en el Mercado del Progreso, en Rivadavia 5430. El miércoles 21, a las 16, Argentina-Holanda podrá ser visto por los vecinos en el Centro Cultural Roberto Arlt, en Avenida Avellaneda 2547, y también en el Cine El Progreso. El sábado 24 o domingo 25, a las 16, los octavos de final se proyectarán en el Centro Cultural Julio Cortázar, en O’Higgins 3050, y los cuartos de final, el viernes 30 o sábado 1º de julio, a las 12, en el Centro Cultural Homero Manzi.