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PACIENTES DEL EXTERIOR
Salud de exportación
“Turismo reproductivo” es el programa que ofrece el CEGYR en el exterior: tratamientos de fertilidad en Buenos Aires, aprovechando la baja en dólares. También lo hacen la Favaloro y Fleni.
Por Mariana Carbajal
“Nunca un viaje tuvo un mejor destino.” El slogan publicitario invita a visitar la ciudad de Buenos Aires, pero lejos de pertenecer a una agencia de turismo, corresponde al Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (CEGYR), especializado en fertilización asistida. Sí, aunque usted no lo crea, en los próximos días el CEGYR comenzará en Miami una campaña de promoción de “turismo reproductivo” para captar al mercado hispano. La oferta incluirá la búsqueda “in vitro” del bebé y la opción de acceder a hotelería y recorridos turísticos mientras dure la estadía. La iniciativa es parte de un fenómeno que abarca a otros centro de salud argentinos que, aprovechando el abaratamiento en dólares de los tratamientos, después de la devaluación, se lanzaron a la pesca de pacientes del exterior. La Fundación Favaloro y el Instituto Fleni encabezan la movida.
Hugo Zimmerman, de 52 años, y su esposa Marcela Gutiérrez, de 38, se fueron hace un año y medio de la localidad bonaerense de Del Viso y se instalaron en Miami. En marzo, regresaron con un objetivo muy particular: realizar una fecundación in vitro en el CEGYR. “Hicimos algunas consultas en Nueva York y Miami, pero decidimos intentarlo en Buenos Aires por dos razones de peso: por un lado, el factor económico, y por el otro, la contención afectiva que necesitás en este tipo de tratamiento y que sólo encontramos en un médico argentino, que hable exactamente como nosotros”, contó Marcela, vía telefónica, desde su departamento de Miami Beach.
A partir de la experiencia con los Zimmerman y de observar un incremento de consultas provenientes de países limítrofes en su página web, el CEGYR decidió exportar sus servicios a Estados Unidos. El lanzamiento de la campaña promocional del “turismo reproductivo” está previsto para el miércoles 10 de julio en el Hotel Hyatt Regency de Miami. “Buscamos ofrecer a las parejas hispanas que viven en los Estados Unidos los mismos estándares de calidad que existen allí. Pero también la calidez que nos distingue en la atención con respecto a los médicos sajones. Hay que tener en cuenta el componente esencialmente humano de la infertilidad y su efecto emocional y la importancia de la contención afectiva”, destacó Claudio Chillik, director médico del CEGYR.
La iniciativa se sustenta en la devaluación del peso. Actualmente, un tratamiento estándar de fertilización asistida completo ronda los 5000 pesos, menos de 1400 dólares, cuando en los Estados Unidos el valor puede superar los 10.000 dólares. Al estilo de una agencia de viajes, el CEGYR armará los paquetes en forma personalizada según las preferencias de los interesados. “Para que puedan disfrutar los momentos libres, ofreceremos una amplia gama de actividades y tours de acuerdo a sus gustos y afinidades”, detalló Chillik. El programa se apoya en el “consultorio médico virtual” que el CEGYR tiene en su página web (www.cc.medreproductiva.com), donde la pareja podrá enviar los datos de su historia clínica y así el equipo médico evaluará su tratamiento. “La idea es hacer contacto con el médico de cabecera para que en su lugar de residencia inicien el tratamiento y acá tengan que estar sólo 10 días. Si el marido no puede permanecer ese tiempo, puede viajar sólo el día indicado para el procedimiento. Y si ese día no puede trasladarse, puede venir antes y dejar su muestra de semen congelada”, aclaró Chillik.
Una política similar de expansión fronteras afuera acaban de poner en marcha la Fundación Favaloro y la Fundación de Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia. En diciembre, Fleni inauguró un complejo médico en Escobar de alta tecnología destinado a la rehabilitación de adultos, de niños y adolescentes. “La nueva sede demandó una inversión de 60 millones de dólares. Como consecuencia de la crisis nos resulta imposible cumplir con la estrategia comercial fijada, por loque decidimos orientar nuestros servicios hacia los países sudamericanos. Habitualmente Fleni recibe pacientes de Chile, Paraguay, Perú, Bolivia y Uruguay, pero ahora hemos emprendido una estrategia de marketing más agresiva hacia esos países y también queremos llegar a Colombia y, dentro de Brasil, a San Pablo”, informó a Página/12 Enrique Camerlinckx, gerente de marketing. El objetivo es destronar a Cuba y a Estados Unidos en el liderazgo de terapias para rehabilitación por secuelas neurológicas, politraumatismos y accidentes cerebrovasculares, con la ayuda del abaratamiento en dólares de los precios y apoyándose en el reconocimiento internacional que tiene Fleni. “Hoy, un mes de tratamiento en Cuba cuesta 10.000 dólares, en Estados Unidos 45.000 y en Argentina, 4500”, indicó Camerlinckx.
El martes, en la Fundación Favaloro recibieron dos consultas por e-mail que sorprendieron por el lugar de procedencia: una era de Eslovenia y la otra de Suecia. “Estas consultas son atípicas, pero nos confirman que nuestros precios son altamente convenientes”, consideró Eduardo Raimondi, director general de la Favaloro. Con esta certeza, el centro médico especializado en cirugía cardiovascular también resolvió apuntar al mercado latinoamericano, puntualmente a Uruguay, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Perú. “A Chile y a Brasil no, porque allá hay buena cirugía cardiovascular”, aclaró. “En Sudamérica reconocen el prestigio de la Fundación, pero hasta diciembre les costaba igual venir a atenderse acá que ir a Estados Unidos. Ahora, una operación en nuestra institución les sale 3 o 4 veces menos”, contó Raimondi. Con el paciente sueco acordaron hacer una interconsulta vía Internet con su médico y ofrecerle un paquete que incluiría la cirugía cardiovascular y pasajes de avión y estadía en un hotel de cuatro estrellas para su acompañante. La Fundación Favaloro inició su campaña de captación de extranjeros en mayo y hasta la fecha se operaron en su sede de la avenida Belgrano 7 pacientes de Ecuador, Bolivia y Perú.
De esta forma, los centros médicos intentan compensar la merma de pacientes locales y los embates de la crisis económica.