De día, hacía changas en un matadero de Loma Hermosa. De noche se dedicaba a robar y perseguir colectiveros, a uno de los cuales le rebanó los dedos, mientras que a otro casi le corta la mano con un hacha de cocina. Al mejor estilo de una película yankee de terror, éste podría ser un argumento de ficción. Pero no. Ayer un joven de 19 años fue detenido en la localidad bonaerense de Loma Hermosa, acusado de haber asaltado el último fin de semana a un colectivero de la línea 182, en San Miguel, quien sufrió un profundo corte en la muñeca. También fue detenido un presunto cómplice, de 23 años. “El de 19 es la misma persona que cometió otro hecho similar en la Capital Federal, a un chofer de la línea 85”, aseguró a Página/12 el capitán Marcelo Chelli, de la policía Bonaerense, quien intervino en el esclarecimiento del caso.

Los jóvenes están acusados del asalto cometido el domingo contra el chofer de colectivos Ricardo Barroza, de 45 años, a quien le cortaron un tendón de una mano y casi sufre una amputación. “Esta es la misma persona que le cortó los dedos al chofer de la línea 85 hace más de un mes. Está certificado. El autor de la agresión tiene 19 años y el otro 23”, informó Chelli.

Después de aquel episodio, “el atacante estuvo detenido y salió en libertad por falta de mérito; un mes después cometió el nuevo hecho”, relató Cheli, capitán de la Comisaría 1ª de San Miguel.

Ayer “hubo dos detenciones y se encontró el arma”. Esta era “un hacha de cocina, del tipo Tramontina, rectangular, de 15 centímetros, con mango de madera. El arma fue arrojada a un arroyo”. Los allanamientos se concretaron en dos viviendas, ambas de Loma Hermosa. Los policías luego se dirigieron hasta el arroyo Morón y allí encontraron el hacha.

“Pudimos establecer que el agresor se desempeñaba haciendo changas en un matadero en Loma Hermosa”, señaló el titular de la departamental y agregó que “el agresor ya tiene antecedentes y es extremadamente agresivo”. La policía logró identificar a los asaltantes “a través de un testigo de identidad reservada”. En ese momento intervino la UFI 3 de San Martín. La causa está caratulada como “lesiones gravísimas”.

El chofer de San Miguel sufrió “una amputación parcial de la mano izquierda porque recibió un hachazo a la altura de la muñeca”. El ataque ocurrió el domingo último a la 1.50, cuando el chofer estaba a bordo de un colectivo de la línea 182, en el centro de San Miguel.

El otro caso ocurrió a fines de junio, cuando tres adolescentes subieron al colectivo de la línea 85 cuando ya no había pasajeros y enseguida amenazaron al chofer Mario Alberto Wetz, de 37 años. Luego lo obligaron a detenerse, le robaron su billetera y su celular, le taparon la cabeza con una campera y le mutilaron cuatro dedos de su mano derecha. El ataque ocurrió cerca de la diez de la noche en la colectora de la General Paz, en el barrio porteño Villa Real.