El gobernador Arnold Schwarzenegger firmó ayer una ley para limitar la emisión de gases con efecto invernadero, con lo que convirtió al estado de California en el primero de Estados Unidos en tomar medidas frente al calentamiento global. La medida es considerada histórica en el país, porque además se contrapone a la postura del gobierno del presidente estadounidense George W. Bush, quien se ha opuesto a ratificar el protocolo de Kioto de 1997 sobre calentamiento global, afirmando que puede debilitar la economía estadounidense.

“Comenzamos una nueva era, de protección ambiental aquí en California, que cambiará el curso de la historia”, dijo Schwarzenegger en una rueda de prensa en la Isla del Tesoro, en la bahía de San Francisco. “Esto es algo que les debemos a nuestros niños y a nuestros nietos. Podemos salvar nuestro planeta e impulsar nuestra economía al mismo tiempo”, agregó.

Según el plan, California tomará medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 25 por ciento para el año 2020 y en un 80 por ciento para el 2050, aseveró Schwarzenegger.

La medida desafía la política del presiente Bush. California, un Estado del tamaño de Italia con un gran parque industrial, es a nivel mundial la decimosegunda región que emite mayores cantidades de dióxido de carbono al aire, según se sostiene en la Gobernación.

La iniciativa contó con el respaldo del primer ministro británico Tony Blair, quien habló en el acto organizado por la aprobación de estas leyes, en una comunicación en vivo vía satélite. “Esto tendrá un buen eco en el mundo entero”, dijo Blair, quien visitó California en julio pasado cuando Schwarzenegger criticó la ineficacia de la política estadounidense sobre cambio climático. Blair agregó que la ley californiana es “un triunfo para salvaguardar el futuro del planeta y fortalecer nuestra economía de un modo sostenible”.

Schwarzenegger prometió la creación de una industria con tecnología limpia que proteja el ambiente. La ley firmada por Schwarzenegger exhorta a las principales empresas, como centrales eléctricas, refinerías de combustible y todas aquellas fábricas que generan gases que influyen en el efecto invernadero, informar sobre sus niveles de emisiones al Consejo especializado sobre el tema, California’s Air Resources Board. Como un gesto de concesión hacia los republicanos que se quejaron de que tales limitaciones afectarían la industria, las empresas que excedan los límites de emisiones de gases contaminante podrán comprar “créditos” de empresas que estén por debajo de las limitaciones. Esta postura lo confrontó una vez más a grupos ambientalistas que temen que los “contaminadores” salgan del problema con una simple operación de compra.