El blanco liso de la garita de colectivos está abruptamente interrumpido por la pintura de un aerosol que configura una desprolija cruz esvástica. Esa es una de las primeras imágenes que recibe de San Cristóbal, en Santa Fe, el turista desprevenido. La escena se repite en los tres caminos principales de entrada a la ciudad. Las inscripciones generaron gran malestar en la pequeña comunidad –unos 15 mil habitantes–, y una investigación por la que se detuvo a un adolescente de 18 años, que confesó ser el autor. El chico afirmó que la idea de las pintadas era generar repercusión en los medios periodísticos.

El joven, identificado por la policía como Miguel Angel Blanco, admitió ser el responsable de las inscripciones que aparecieron a lo largo de los últimos días en las garitas, en una de las paredes de la sinagoga de San Cristóbal y en el tapial de una casa. “S.C. (por San Cristóbal) 100 por ciento nazi” y otro tipo de leyendas hirientes, además de las cruces que el acusado manifestó haber realizado. Además, sostuvo que las hizo con la ayuda de un amigo, de 16 años, que de todas formas no fue detenido porque es menor.

El dúo realizaba, según fuentes policiales, visitas diarias a cíber cafés para comprobar si las pintadas tenían rebote en los medios regionales y provinciales. Además, en la casa del menor se hallaron imágenes y elementos sobre el nazismo, muchos de ellos descargados de Internet.

Según la policía, Blanco es oriundo del Gran Buenos Aires, y vive hace unos tres años en San Cristóbal junto a su familia. Uno de los elementos centrales de la investigación para llegar a él fue un antecedente: hace cerca de dos años y medio había realizado inscripciones antisemitas en el banco que ocupaba en la escuela donde cursaba el secundario.

“Había pintado esvásticas en la mesa donde se sentaba, y aunque habían pasado más de dos años sin ningún otro incidente, al realizar el análisis del caso su nombre surgió” entre las personas con antecedentes antisemitas, reveló el comisario Daniel Barbero, jefe de la investigación, quien además comentó que está “descartado que detrás de esto hubiera un grupo instigador, que era una de las principales preocupaciones”.

La Sociedad Israelita local había realizado la denuncia policial por las pintadas y antes de la detención de Blanco había mostrado su preocupación por la “recurrencia” con la que se venían realizando esas “ofensas”.

Blanco quedó detenido y será indagado por el delito de daño calificado y por haber infringido la ley nacional 23.592, que alude a “ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de personas” determinadas, que prevé penas de entre un mes y tres años de prisión. La investigación quedó a cargo del juez correccional de San Cristóbal, Hugo Tallarico.