Hay que aclarar que sí, pero..., antes de dar la noticia: en los últimos tres años, en América latina la cantidad de personas con VIH/sida que tienen acceso a los tratamientos aumentó un 150 por ciento: 72 de cada cien personas que necesitan los antivirales pueden recibirlos. Sí, pero el aumento incesante en la cantidad de nuevos casos hará que dentro de tres años, con el mismo esfuerzo, sólo pueda atenderse cincuenta de cada cien. Es que “la única solución de fondo es la prevención, que va acompañada por la necesidad de que la gente se testee para saber si tiene el VIH”, según explicó uno de los especialistas reunidos en Buenos Aires para el IV Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/sida e Infecciones de Transmisión Sexual.

“En América latina y el Caribe, el 72 por ciento de las personas que necesitan tratamiento contra el VIH/sida lo reciben. Este porcentaje es el más alto de las regiones en vías de desarrollo”, señala un informe de OMS, Onusida y Unicef que se dio a conocer ayer en el marco del Foro. En 2006, sobre un total de 490.000 personas que necesitan tratamiento en la región, 355.000 lo recibieron; en 2003, sólo 210.000 accedían. Sin embargo, las cifras globales no debieran encubrir importantes diferencias: en Cuba, el 95 por ciento accede a tratamientos; en Bolivia, sólo el 24 por ciento. “En más de veinte países latinoamericanos, el acceso a los tratamientos no llega al 25 por ciento de los pacientes”, advirtió Patricio Rojas, jefe del Programa VIH/sida de la OPS.

Un factor que mejoró el acceso a las terapias es que “el precio de los medicamentos bajó entre el 40 y el 50 por ciento entre 2003 y 2005 y entre el 10 y el 20 por ciento entre 2005 y 2006”, destacó Rojas. Sin embargo, “el costo de las terapias de segunda línea (a las que se recurre cuando se presentan resistencias a las de uso habitual) sigue siendo muy elevado” y “podría comprometer el futuro de los programas de tratamiento”, según el informe.

Por otra parte, el aumento de los tratamientos en América latina se obtuvo en base aportes del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, de la ONU, y del Plan de Emergencia financiado por Estados Unidos. “No hay garantía de que estos recursos se mantengan a lo largo del tiempo, y si dejan de otorgarse, América latina deberá financiar sus programas con recursos propios”, previno Rojas.

Pero el problema más grave a futuro es que “por el avance de la epidemia, dentro de sólo tres años, los mismos fondos que hoy cubren al 72 por ciento de los pacientes alcanzarán sólo para la mitad de los que ya habrá para entonces”, advirtió Rojas. Para Jesús García Calleja –epidemiólogo de la OMS–, “es necesario que la gente se haga el test de VIH y así pueda tratarse antes de tener síntomas”; el especialista comentó que “en los primeros seis meses de la infección, la cantidad de virus en circulación, y por lo tanto la posibilidad de transmisión a otras personas, es mayor”.

En la Argentina, el acceso a las terapias llega al 79 por ciento, lo cual la ubica en el grupo de los países con buena cobertura, junto con Barbados (87 por ciento), Brasil (85 por ciento), Chile (83 por ciento) y México (76 por ciento). García Calleja señaló que “las diferencias entre esos porcentajes no son significativas, ya que se establecen sobre totales de personas con VIH que no están verificados sino estimados”.

La cantidad de nuevos casos de sida en la Argentina bajó un 25 por ciento en los últimos cinco años y la cantidad de muertes bajó un 12 por ciento. Esto se debe al efecto de las terapias y no equivale a un descenso en la cantidad de personas que viven con VIH; de éstas, hay 68.000 casos registrados desde que empezó la epidemia, de los que 33.000 desarrollaron sida (la mayoría, antes de que se difundieran los tratamientos); la cantidad de personas con VIH se estima en 120.000, es decir que más de 50.000 tienen el virus y no lo saben. Se registran 1200 casos nuevos de sida por año; entre el cinco y el siete por ciento corresponde a menores de 13 años, generalmente infectados por transmisión durante el parto o lactancia.