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La operación “Cruz del Sur” entró ayer en su etapa final: después de varios días de travesía entre hielos antárticos, el rompehielos argentino “Almirante Irízar” logró alcanzar aguas libres y ya navega rumbo a Buenos Aires, donde se espera que llegue en diez días. “Las condiciones climatológicas de los últimos días fueron favorables. El ‘Irízar’ pudo navegar a buena velocidad y encontró una ruta de hielos relativamente jóvenes que no le dificultó demasiado la navegación”, explicaron a Página/12 voceros de la Armada, que por ahora no descartaron la posibilidad de una nueva misión de rescate al “Magdalena Oldendorff”, si es que el buque alemán así lo requiriese. “Es una decisión de la empresa armadora”, sostuvieron.
El 30 de julio los capitanes de ambos navíos habían tomado la decisión de separar destinos: el “Oldendorff”, provisto de combustible, víveres y asistencia sanitaria, permanecería estacionado en la península antártica Muskegbutka, en las latitudes 69 grados sur y 1 grado oeste. Mientras que el “Irízar” pegaría la vuelta por su cuenta, luego de fracasado el retorno en convoyado. A partir de ese momento, los ojos estuvieron puestos en la embarcación argentina, cuyo trayecto se vio interrumpido por unos días a causa del mal tiempo y la compactación acelerada de los hielos del mar de Weddell. “Es el momento más difícil. Las maniobras que debe realizar para esquivar los campos de hielo viejo hacen más lenta la salida y no descartamos la posibilidad de que tenga que invernar en el lugar”, sostenían entonces, cautos, los expertos.
Sin embargo, ayer, tras una semana de navegación con rumbo general noroeste, el “Irízar” recorrió los últimos 200 kilómetros que lo separaban de mar abierto, escapándole definitivamente al invierno antártico. “En las últimas 48 horas las condiciones climáticas mejoraron. La velocidad del viento disminuyó a 13 nudos y las temperaturas se mantuvieron cercanas a los cero grado. Eso permitió realizar más vuelos glaciológicos y obtener cartas satelitales más claras sobre las posibles rutas de salida”, detallaron en la Armada. En concreto, la última posición del rompehielos argentino registrada lo ubicaba en 56 grados sur y 2 grados oeste, a la altura de las islas Georgias del Sur.
Respecto de su llegada, los voceros estimaron en diez días el arribo a costas bonaerenses, donde se lo preparará para la próxima campaña antártica de verano, cuando reaprovisionará a las bases argentinas instaladas en el continente blanco. Por último, sobre la posibilidad de una nueva operación de salvataje al buque alemán, concluyeron: “Todavía no está resuelto. Dependerá de la empresa contratista, pero en principio se cree que el ‘Oldendorff’ podrá salir por su cuenta entre noviembre y diciembre”.