Una avioneta de la que se desconoce origen y propietario se precipitó ayer a las aguas del dique Los Molinos, 60 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Córdoba, luego de embestir una línea de alta tensión de electricidad. Minutos después se hundió. Tras buscarla toda la tarde, los buzos tácticos de la policía cordobesa no encontraron el artefacto y suspendieron la tarea hasta hoy a la mañana. Aún no se pudo determinar a quién pertenecía la nave, quiénes estaban en su interior y desde dónde había salido.

Con el correr de las horas, lo que era un accidente aéreo se transformó en el misterio de la avioneta. Varios testigos, entre ellos automovilistas y otras personas que estaban en los alrededores del dique, vieron caer la nave. Y también observaron cómo se hundió momentos después de tocar el agua. Sin embargo, no sólo los equipos de rescate no pudieron hallarla pese a intentarlo toda la tarde, sino que todos los aeroclubes de la zona afirmaron que no despegó de sus instalaciones, y ninguna de las entidades públicas que poseen este tipo de artefactos lo reconoció como propio.

“No sabemos a quién pertenece, hemos llamado a los tres aeroclubes de la zona, y a autoridades del Plan Provincial de Manejo del Fuego, y no es de ninguno de ellos”, aseveró el jefe de los Bomberos Voluntarios de Villa del Dique, José Luis Colombatti. En el mismo sentido, el jefe de la Departamental de Santa María, José Allende, señaló que “no se puede confirmar la cantidad de víctimas, así como tampoco si hubo sobrevivientes, aunque esa posibilidad es remota”.

Según las fuentes, los equipos de rescate, integrados por grupos de buzos tácticos de la policía provincial, comenzaron a trabajar media hora después del accidente. Y lo hicieron hasta entrada la noche, después de las 18.30. Sin embargo, no lograron localizar la aeronave y debieron suspender el operativo hasta las 9 de hoy.

Allende explicó que el fracaso de la búsqueda se debió a que la zona de la caída “es muy complicada”, ya que está ubicada en “la garganta, es decir, la entrada al paredón del dique”. Allí, la profundidad es de 40 metros y “se trata de una zona encajonada”. Los testigos describieron la avioneta como “de tamaño mediano” y “de color amarillo con letras negras”, y además sostuvieron tener la impresión de que en su interior sólo viajaba el piloto.