Jueves, 3 de enero de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › EFECTOS EN NEUQUEN POR LA ERUPCION DE UN VOLCAN CHILENO
El Llaima entró en erupción el martes. En Argentina fue cerrado el aeropuerto de Neuquén. Y hay lluvia de cenizas en Zapala.
Llaima, un volcán de 3125 metros de altura ubicado a 700 kilómetros al sur de Santiago de Chile, entró en erupción en las últimas horas de la tarde del martes. Columnas de fuego y lava eran visibles a decenas de kilómetros. Lava incandescente había cubierto unos 600 metros de flanco del volcán. Ayer, la actividad del Llaima (en mapuche, zanja o resucitado) disminuyó. La Oficina Nacional de Emergencia chilena (Onemi) dispuso una “alerta amarilla” (mediana intensidad). No obstante, las autoridades del país trasandino dispusieron un plan de evacuación masiva de Melipeuco, un pueblo de unos 3000 habitantes, ubicado en las cercanías de la montaña. Micros y camiones del Ejército aguardan en la zona la orden para comenzar la evacuación. En este lado de la Cordillera también llegaron las consecuencias. En el aeropuerto internacional de Neuquén la llegada de cenizas volcánicas obligó a cancelar despegues y aterrizajes. Además, sobre las localidades de Zapala, Los Catutos y Mariano Moreno llovieron las cenizas del Llaima, aunque anoche la nube comenzaba a desaparecer.
“Afortunadamente hasta ahora no tenemos pérdidas que lamentar”, dijo la presidenta Michelle Bachelet. De acuerdo con el último informe de la Onemi, “disminuyó la actividad de energía asociada a los fluidos y expulsión de materiales desde el volcán” y se “redujeron las explosiones y el ruido en la zona”. Carmen Fernández, directora del organismo, apuntó que “hay salida de lava pero no de manera continua, lo que es más tranquilizador”. La erupción fue precedida por un fuerte estruendo subterráneo que ayer persistía. El volcán Llaima se encuentra dentro del Parque Nacional Conguillio.
Mientras tanto, los más de 3000 habitantes de Melipeuco, el pueblo más cercano al volcán, permanecían ayer aún en sus casas a la espera de instrucciones de la Onemi. Hasta el momento, unas 167 familias del pueblo más cercano abandonaron el lugar y se trasladaron hacia las localidades vecinas de Villa García y Cunco. Mientras, otras 300 que se hallaban en los sectores rurales fueron evacuadas por precaución.
Por la mañana de ayer, 53 turistas que permanecían aislados en el Parque Nacional Conguillio fueron rescatados por el ejército chileno. Ese grupo de visitantes tuvo que pasar la noche del martes en un refugio de los guardaparques debido a que el camino de acceso del lugar quedó aislado por la crecida del río Captrén, provocada por el derretimiento de hielos en la cima del Llaima. En la ladera del volcán “no queda absolutamente nadie”, dijo Mario Acuña, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entidad que administra el parque. Cuando se inició la erupción, otras 150 personas que recorrían el flanco del volcán habían sido rescatadas.
La nube de gas y cenizas originada por la erupción alcanzó los siete kilómetros, según un informe de la Onemi. En la Argentina, llegó hasta las provincias de Neuquén y Río Negro. Como consecuencia, ayer el aeropuerto internacional Juan Domingo Perón de Neuquén fue cerrado. Medida similar se evaluaba implementar en el aeropuerto de Viedma, en Río Negro. De acuerdo con el mismo reporte, “desde el lado argentino se observa una columna de gases y cenizas a 12 mil metros de altura que afecta a 50 mil neuquinos”. Defensa Civil de Neuquén (DCN) informó que la inmensa nube gris afecta las localidades de Zapala, Los Catutos y Mariano Moreno, en la región central de la provincia.
Claudio Domínguez, director de DCN, explicó que “no se trata de una nube tóxica”, pero advirtió que “afecta la visión”, por lo que recomendó a los habitantes de esas localidades “quedarse adentro de las casas o en el trabajo”. Liliana, de 26 años, una empleada de un restaurante de Zapala, contó a este diario que “desde el martes a la noche una nube negra está sobre la ciudad. El polvillo cuando cae está provocando mucho ardor en los ojos. A un sobrino con asma tuvieron que darle un tratamiento especial hoy (por ayer). Por el polvo que cae que le agravaron los problemas respiratorios”. Se acumula en las calles, autos, casas, detalló la joven. “De noche –se sorprendió la mujer– se ve aún más clara la nube tanto en el cielo como en la cordillera.”
“La situación ya comenzó a normalizarse esta noche (por ayer), las ciudades que estaban cubiertas de cenizas durante gran parte del día ya están despejadas gracias a una ráfaga de fuertes vientos. Un informe que recibimos de la Onemi dice que el volcán está disminuyendo su actividad y ya está casi tranquilo”, dijo a Página/12 Hugo Capozzolli, director de Difusión de Defensa Civil de Neuquén. Además, remarcó que “no se registró contaminación en los ríos”.
Por su parte, el gobierno nacional, a través del Ministerio de Interior, puso a disposición del Ejecutivo neuquino “toda la colaboración que necesite”. Florencio Randazzo, a cargo de la cartera de Interior, señaló que “en caso de agravarse la situación el gobierno nacional pondrá a disposición de la provincia un plan eventual de apoyo federal para reforzar las actividades de la prevención y protección civil, tanto en la faz técnica como logística”.
En tanto, el intendente de la región chilena de La Araucanía, Oscar Eltit, decretó una “alerta amarilla” para las comunidades de Melipeuco, Curaucauquén Curacautén, Vilcún y Cunco, próximas al Llaina, el volcán más grande de la 9ª región de La Araucanía y cuenta con 14 kilómetros cuadrados de glaciares. Además, es uno de los más activos de Sudamérica. Fueron registradas 49 erupciones históricas, 23 durante el siglo XX. En 1994, hace 14 años, se produjo la última gran erupción. Ese lugar cuenta con una actividad turística intensa: allí se practican deportes de aventura como esquí, montañismo o trekking.
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