Las autoridades sanitarias de Brasil informaron ayer que se registró una nueva muerte debido a la fiebre amarilla. Así, las víctimas fatales del mosquito Aedes aegypti ascienden a ocho. Se trata de un labrador de 31 años que murió el 4 de enero, víctima de esa patología tropical, informó el Ministerio de Salud brasileño. La víctima habría contraído la enfermedad en el estado de Goiás, al igual que el resto de las víctimas. El aumento diario del número de casos sospechosos, que ayer superaban los treinta, ha creado alarma entre la población, que ha acudido en masa hacia los puestos de vacunación para prevenir la fiebre amarilla. La situación llegó a tal punto que muchas personas, creyendo que quedarían más protegidas contra el mosquito, optaron por vacunarse dos veces. Como consecuencia, al menos, 31 personas tuvieron que ser hospitalizadas debido a la reacción provocada por la sobredosis. Ayer, una mujer de 32 años entró en estado de coma a causa de la sobredosis. Para intentar contener al mosquito, más de cien soldados combatirán desde mañana a los transmisores de la fiebre amarilla. Las tropas se sumarán a un millar de agentes sanitarios que llevan adelante tareas de fumigación en la capital brasileña. De ser necesario, más contingentes de soldados se sumarán a la batalla.