La Justicia aceptó ayer que José Arce –el marido de la asesinada Rosana Galliano, con quien estaba separado de hecho y tenía dos hijos– y su familia sean incorporados a la causa como particulares damnificados. Con la resolución, Arce, que desde el homicidio fue señalado por los Galliano como potencial homicida de la joven de 29 años, muerta en el barrio privado El Remanso, cerca de Pilar, accederá a los expedientes de la causa, podrá aportar y solicitar pruebas y testigos y pedir que se investigue a sus propios nominados. Se le permitió porque, aunque se lo investiga como posible instigador del homicidio, formalmente no está imputado. El 5 de diciembre pasado, Arce había comenzado un juicio por divorcio debido al “adulterio” cometido por Galliano.

Arce fue aceptado como particular damnificado porque la jueza de Garantías de Zárate-Campana Graciela Cione entendió que es legalmente el viudo de Galeano, ya que al momento del crimen seguían casados, y que más allá de que se lo investigue como posible instigador del asesinato no está formalmente imputado en la causa. No obstante, si se encontrase una prueba suficiente para imputarlo, detenerlo e indagarlo, su condición de querellante sería revocada en forma automática, según una fuente judicial.

Arce representa en la querella a sus dos hijos con Galliano, Gerónimo, de cuatro años, y Nehuén, de tres, según apuntó su abogada Claudia Zakhem a Página/12. Arce podrá solicitar medidas cautelares, acceder a los expedientes de la causa, solicitar y ofrecer pruebas y testigos, reclamar investigaciones, presenciar las declaraciones y solicitar el pago de una indemnización civil.

Así, Arce podría ejercer mayor presión para que se investigue a los nombres que apuntó: Mónica Galliano, hermana de la víctima y única compañía de Rosana el día en que la asesinaron; Mario Rojas, un suboficial de la Federal que es pareja de Mónica; el jardinero Daniel “el Yanqui” González, indicado ex amante de la joven asesinada; el heladero Gerardo Biancanello, otra antigua pareja de la víctima, y Oscar Lugo, un empresario textil que era novio de Galliano cuando ella murió y es dueño de un taller que funcionaría de forma “clandestina”, según trascendió en los últimos días.

“Arce no apunta directamente a ninguno, pero sabemos que el asesino está en el círculo íntimo de Galliano, aunque deben arreglarse cuestiones que están entre neblina” para sostener una acusación formal, informó Zukhem a este diario. Se trata de la misma abogada que defendía a Arce en un juicio de divorcio que se había presentado el 5 de diciembre y que no prosperó, primero por la feria judicial y luego porque, a mes y medio de iniciada la demanda, Galliano fue asesinada en la puerta de su casa. El fundamento del pedido de Arce eran las “injurias graves por adulterio” de su esposa.