El empresario Hernán De Carli, dueño de una lujosa mansión de General Rodríguez, y su amigo, el penitenciario Miguel Angel Lombardi, fueron liberados ayer por “falta de mérito”, en el marco de la causa que investiga el tráfico de efedrina. La decisión fue tomada por el juez Federico Faggionatto Márquez luego de recibir los resultados de los peritajes realizados sobre las sustancias sospechosas halladas en los autos de los detenidos, que dieron negativo.

Ambos quedaron imputados a raíz de los dichos de un testigo de identidad reservada que los vinculó a reuniones con mexicanos y, en el caso de De Carli, a la escena del triple crimen de General Rodríguez. Sin embargo, no se pudieron comprobar las sospechas luego del espectacular allanamiento a la casa de De Carli. Tampoco el fiscal de Delitos Complejos de Mercedes, Juan Bidone, pidió que De Carli o Lombardi sean puestos a su disposición en la causa por los crímenes de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.