SOCIEDAD › EL CURA ACUSADO EN LAFERRERE RENUNCIO A LA PARROQUIA

El obispo que bajó el pulgar

 Por Alejandra Dandan

Página/12 difundió en su edición de ayer una causa abierta contra un sacerdote de Laferrère por abuso de menores. En esa nota se indicaba que el sacerdote Martín Altgelt había sido denunciado por siete menores que estaban internados en una comunidad terapéutica dirigida por él. También se dijo que el sacerdote dejó su cargo en abril y que los adolescentes aún no estaban tranquilos porque el cura seguía en el barrio al frente de la parroquia Cristo Rey. Ante esta serie de hechos, el Obispado de Laferrère dio ayer su parecer a través de un comunicado oficial. Según el obispo Juan Suárez, el cura Martín “ofreció al Obispo Diocesano la renuncia a la conducción de la Parroquia, que le fue aceptada”. Por ello, dice el comunicado, actualmente no está al frente de esa comunidad.
Martín Altgelt dirigió durante seis años la comunidad terapéutica Madre de la Pascua, un centro de rehabilitación para drogadependientes laico que funciona en Gregorio de Laferrère, en La Matanza, atendiendo a menores de edad derivados de juzgados por causas penales o asistenciales. En diciembre del año pasado, uno de los chicos internados logró contar en el marco de su tratamiento terapéutico el tipo de relación y de contacto que había tenido con el religioso. Ese relato dio pie a una investigación de parte de los profesionales del lugar y abrió un proceso penal que ahora centraliza la Unidad de Investigación Fiscal 3 de La Matanza. Detrás de aquel primer relato, hubo otros seis chicos que denunciaron al cura por “abuso sexual” en los juzgados de menores. Y en ese proceso, los responsables de la asociación civil pidieron la renuncia del sacerdote.
Durante todo el martes, este diario intentó comunicarse con el obispo Suárez para consultarlo sobre este tema y por los motivos que mantenía a Altgelt al frente, según testigos, de la parroquia Cristo Rey. Ayer, después de la publicación de la nota, el Obispado preparó un comunicado con algunas precisiones.
De acuerdo a ese informe, “en cierta ocasión se apersonaron tres psicoterapeutas para relatar lo que un internado les había confiado. Que había recibido del referido sacerdote manifestaciones de afecto que lo perturbaron. Esos profesionales fueron recibidos personalmente por el obispo y su vicario general, haciendo sólo comentarios sin acusación concreta alguna”.
A continuación, indica el escrito, “miembros del Consejo del Menor y la Familia le pidieron al padre Martín Altgelt que se apartara de la conducción de la comunidad terapéutica y que no mantuviera relación con jóvenes de la institución ni siquiera en la parroquia”. El Obispado “tampoco recibió a ningún menor que presentara acusación concreta alguna sobre el trato con el sacerdote”.
“El sacerdote Martín Altgelt ofreció al Obispo la renuncia a la conducción de la parroquia, que le fue aceptada”, dice inmediatamente después el breve informe. Y enseguida, el obispo se encarga de aclarar que por esa razón “no está al frente de esa comunidad”. Sin embargo, el lunes pasado, cuando este diario se acercó a la parroquia, el cura Martín estaba allí. De acuerdo a Fabián Grana, el especialista que está como director del Centro de Recuperación San Camilo, el sacerdote sigue celebrando misa y, además, continúa paseando cerca de los chicos del internado.

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