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Su ausencia no sorprendió a ninguno de los congresales que llenaron el salón principal de Parque Norte. Y es que, a pesar de ser uno de los candidatos que aspiran a competir con Carlos Menem, Néstor Kirchner estuvo representado en el Congreso del justicialismo. Su mujer, la senadora Cristina Fernández, presidió la sesión y abrió el encuentro con un desafío al menemismo. A su alrededor estaba casi todo el PJ, salvo los delegados de Salta, La Rioja, San Luis y parte de La Pampa. Esa masividad entusiasmó a Kirchner, quien quiere competir con Menem con el apoyo del duhaldismo y todos los sectores antimenemistas del PJ.
“Vamos a hacer todo el esfuerzo que sea necesario para representar a todo el peronismo que se reunió en Parque Norte”, confirmó ayer a Página/12 uno de los portavoces de Kirchner en la campaña. La confesión reveló una vez más que el santacruceño está dispuesto a competir en la interna, siempre que casi todo el PJ lo respalde en su cruzada contra Menem. Como parte de su estrategia, Kirchner quiere elegir a su vice, para que se corresponda con su “perfil”. Y en ese puesto quiere a Alberto Balestrini, Juan José Alvarez o Julio Alak.
Hasta ahí los deseos del patagónico, que conocen muy bien en el Gobierno ya que el propio Eduardo Duhalde está negociando en persona para lograr lo que hasta ahora no pudo conseguir: una fórmula antimenemista en condiciones de vencer al riojano. La semana pasada, Kirchner rechazó a José Manuel de la Sota como acompañante, una propuesta que le había hecho el Presidente. Pero las negociaciones con el Ejecutivo siguen firmes: el lunes, por ejemplo, el jefe de campaña Alberto Fernández se reunió con José Pampuro y Juan Carlos Mazzón para coordinar los detalles del Congreso del PJ.
A la hora de acordar con el Gobierno, el santacruceño tiene un límite: no quiere que se lo identifique como “el candidato de Duhalde”. Por eso, quieren imponer algunas condiciones. “Un acuerdo puede hacer que peleemos con Menem y le ganemos, pero no queremos un acuerdo a cualquier precio. No vamos a hacer lo que Duhalde quiera”, aseguró un conspicuo operador de Kirchner. Para concretar ese pacto, los allegados del candidato consideran que hay un obstáculo menos. Creen que De la Sota se bajará de su candidatura, y que Duhalde le ofrecerá en compensación la presidencia del Consejo del PJ, que hoy posee Menem.
Pero algunos hechos recientes indican que las negociaciones entre Kirchner y Duhalde podrían entrar en una impasse. En el entorno del patagónico se sorprendieron con la fecha que aprobó el Congreso para la interna. “¿Por qué Duhalde quiere postergar tanto tiempo la interna? ¿Qué diferencia hay entre hoy y el 19 de enero?”, se preguntaban los operadores de Kirchner. La postergación, para ellos, se debe a que Duhalde prevé que la Justicia puede declarar inconstitucional la convocatoria a elecciones generales del 30 de marzo. Y si eso se produjera, Duhalde debería seguir gobernando casi un año, debilitado y con un nuevo jefe del PJ.