Greenpeace realizó una protesta ante las instalaciones de las centrales nucleares Atucha I y Atucha II, en Zárate, para reclamar al gobierno nacional que “revea el plan nuclear” que se desarrolla desde 2004. Los manifestantes ingresaron en las plantas navegando en gomones por el río Paraná, accedieron al muelle de las centrales nucleares y, una vez allí, desplegaron un cartel con la leyenda “Cristina: basta de plantas nucleares”, sobre el frente del edificio que aloja el sistema de refrigeración. “El gobierno nacional debe repensar su apuesta a la energía nuclear, un error descomunal, tanto por sus riegos, como por sus enormes costos económicos”, declaró el director de campaña de la sede argentina de la ONG ambientalista, Juan Carlos Villalonga.

Argentina tiene dos plantas nucleares activas, Atucha I en Lima, provincia de Buenos Aires, y Embalse, en Córdoba. En 1981, también en Lima, comenzó a construirse la tercera planta, Atucha II. “La finalización de Atucha II, que ya lleva 30 años en construcción, es un enorme despropósito, una planta antigua y cara que no hace otra cosa que incrementar los riesgos nucleares en el país y aumentar el legado de basura altamente radiactiva que les dejaremos a las futuras generaciones”, señaló Villalonga. Además advirtió que “la inauguración de Atucha II, anunciada para este año, implicará continuar con los descomunales gastos”.