La foto de las nicheras donde dormían empleados de la empresa Pioneer en Paraje Monte del Rosario en Córdoba, que ilustró la tapa de este diario, enervó a Cristina Fernández de Kirchner. Adentro, desperdigados por el piso, estaban los víveres de los peones. Quienes dormían más alto, a sólo cuarenta centímetros de las chapas, eran quienes más sufrían el calor. Las ventanas, dos por cada cama, servían para ventilar las nicheras, fabricadas en la localidad bonaerense de Pergamino por Industria Metalúrgica Ten 10 SA. Los días de lluvia, según contaban peones, no se podía andar por dentro de las casillas: el piso, de tierra, se convertía en un lodazal. En un video de la AFIP, acostado en una cucheta dentro la casilla, uno de los peones cuenta que caminan entre 10 y 15 kilómetros por día y duermen poco por el calor. No sabe decir cuánta plata gana. “Te hacen un descuento de 500 pesos para obra social, pero vas a preguntar a la Anses y eso no figura en ninguna parte”, dice uno de los obreros. Otro pregunta a un testigo del operativo: “¿Usted nunca ha comido carne con gusanos?”. Como el hombre no entiende, le explican que no tienen cómo refrigerarla.

El comedor de aquel campamento eran tiendas que los mismos peones armaban con colchones como techo. La cocina, un simple hoyo en la tierra para hacer brasas. ¿Y el baño? “Bueno, la gente va al monte, pero tenemos dos letrinas... para noventa personas”, respondió un peón. Las letrinas eran solo un pozo profundo, con tres chapas alrededor.