“Un programa comunitario en salud mental no puede desarrollarse en una institución monovalente de internación (un hospital psiquiátrico); no hay posibilidad técnica de convivencia entre ambas cosas”, advirtió Hugo Cohen, asesor en salud mental para Sudamérica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“En realidad –señaló Cohen–, de acuerdo con las recomendaciones de la OPS, una institución monovalente para niños y adolescentes no debe existir. La OPS indica que los países deben desarrollar otros dispositivos.” El especialista de la OPS explicó que “los dispositivos basados en la comunidad atienden a las personas en un territorio determinado. La institución monovalente, en cambio, no tiene pertenencia a un territorio. No tiene sentido enviar a un chico con una discapacidad intelectual a una institución de este tipo, del mismo modo que a un chico con fiebre no se lo manda al Hospital Garrahan, sino a la sala de atención primaria de su barrio”.

“Si es monovalente, no es comunitario y se producirá una colisión –insistió Cohen–. El dispositivo basado en la comunidad debe funcionar en un área y contar con todos los recursos: personal entrenado, psicofármacos, trabajo con las familias, apoyo en las escuelas y en el área social.”