“Entre 2003 y 2011, Argentina atravesó el período de mayor crecimiento de su historia y eso no lo hizo con el viento de cola”, afirmó el director técnico del Indec, Norberto Itzcovich. En el cierre del seminario organizado por el organismo, el funcionario hizo un recorrido por las mejoras macroeconómicas de los últimos nueve años. Acompañado por el director nacional de estadísticas de Condiciones de Vida, Claudio Comari, los directivos defendieron las cifras del Indec y destacaron las mejoras en materia de distribución del ingreso, creación de puestos de trabajo, calidad del empleo, seguridad social y reducción de los déficit de agua potable y cloacas.

El DT del Indec señaló que entre 2003 y 2011 el PIB creció 79,5 por ciento. En contra de la hipótesis del viento de cola, Itzcovich apuntó que la industria manufacturera creció, en volumen físico, por encima del producto total. Ese comportamiento estuvo impulsado por el sector de fabricación de equipos electrónicos en Tierra del Fuego y la producción de automóviles.

“Si Argentina no va a salir a endeudarse para no pagar tasas usurarias tiene que cuidar los dólares genuinos que ingresan por el lado comercial”, afirmó el funcionario en referencia a la política de administración comercial que conducen el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. “En épocas de crisis y abundancia de excedentes mundiales a precios de remate, el Gobierno toma las decisiones necesarias para proteger la balanza comercial”, afirmó Itzcovich, quien tenía un prendedor en su saco con un stencil del ex presidente Néstor Kirchner y la frase “Millones de lágrimas censadas”.

Por su parte, Comari recurrió a los datos de Cepal y el Banco Mundial para mostrar que “a pesar del ataque generalizado desde multimedios, consultoras, think tanks y el conservadurismo clerical sobre las estadísticas oficiales”, los datos de pobreza son similares a los que elabora el Indec. “Si alguno duda de nuestra palabra les mostramos lo que hacen otros. La medición de pobreza de la Cepal y el Banco Mundial son diferentes a la del Indec, parten de distintos lugares, pero se comportan en forma muy similar”, sostuvo el funcionario.