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Por A. D.

En La Banda terminó de caer una de las fábulas del doble crimen: la hipótesis del Mishky Mayu, la línea de investigación instalada por el testigo de identidad protegida que desvió la investigación sobre los hijos del poder durante un mes y dos semanas. Con los resultados de los análisis genéticos en las manos, el juez Dardo Herrera dispuso la libertad para los cuatro detenidos por aquella denuncia. Cuando salieron, los jóvenes denunciaron apremios ilegales, “submarinos secos” y ofrecimientos de dinero dentro de la cárcel para que se hicieran cargo de los crímenes. Ese fue el telón de fondo de la nueva marcha del silencio que anoche reunió a seis mil personas, tal como los últimos viernes.
Los casos de apremios ilegales habían sido denunciados por cada uno de los abogados de los detenidos durante el proceso. Sin embargo, hasta ahora los imputados no habían podido confirmarlos. Ramón Rojas, hasta ayer uno de los detenidos, era la única persona del grupo del Mishky Mayu que había vivido con Leyla Bshier Nazar durante seis o siete meses y era, según el relato del testigo de identidad protegida, uno de los chicos malos del barrio que había violado a Leyla la noche del crimen. Cuando salió de la prisión, Rojas denunció ante la agencia Télam los apremios que sufrió en la Alcaidía de la Unidad Regional II de la policía, en los que –dijo– participó un médico de la fuerza junto a efectivos que exigieron “que se haga cargo de los crímenes”.
La denuncia confirma las sospechas de los familiares de las víctimas. Están convencidos de que aún está vigente la trama de impunidad que protege a los responsables de los crímenes. Por esa razón, Raquel Llobet, abogada de los Villalba, poco antes de la marcha volvió a pedir la detención de Antonio Musa Azar, el hijo del ex comisario, y de Felipe Moreno, el hijo del ex vicegobernador de la provincia. En la hipótesis que maneja la familia, los dos jóvenes habrían formado parte de la fiesta de droga, sexo y poder que terminó con la muerte de Leyla Bshier Nazar.
Felipe Moreno estaba incluido en la lista de testimoniales de ayer. El juez debía tomarle una nueva declaración, pero no llegó a tiempo.