Aunque tiene dos condenados a perpetua como “coautores” del homicidio, el crimen de Rosana Galliano sigue sin resolverse en su totalidad, porque no se sabe quién fue el que hizo los disparos mortales. En los alegatos finales, días antes de que se dictara el fallo, el fiscal del juicio, José Luis Castaño, pidió la “absolución anticipada” de los hermanos Paulo y Gabriel Leguizamón, con el apoyo en este punto de la parte querellante. Si bien los hermanos Leguizamón habían llegado con la acusación de autores materiales, el fiscal reconoció que a lo largo del juicio oral y público “no encontró elementos” suficientes como para pedir una condena. Desde el inicio de la causa, el entonces fiscal de instrucción Marcelo Pernici –ya fallecido– consideró que se trataba de un asesinato por encargo del viudo de la víctima, con motivo del conflictivo proceso de divorcio que estaba en marcha, y sostuvo que los Leguizamón eran los autores. En el fallo condenatorio se confirmó, eso sí, que la que financió el crimen fue la madre, a quien el juez Daniel Rópolo definió como “manipuladora y autoritaria”.