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En 2009, un proyecto de ley de Mauricio Macri pretendía transferir en forma gratuita 35 mil metros cuadrados de terrenos fiscales a una escuela privada, el Instituto Nuestra Señora de la Paz. El debate en la Legislatura, generado un año después a partir de una propuesta del diputado Martín Hourest, para crear un polo para la educación pública, logró frenar la iniciativa. El conflicto terminó con un empate: una ley, la 4436, sancionada en diciembre de 2012, destina parte del terreno a la construcción de las escuelas públicas y otra fracción para la institución religiosa.

De todas maneras, la ley establece que los privados no podrán empezar ninguna obra hasta que la Ciudad comience con la construcción de una escuela de nivel inicial y otra de nivel medio. Destina a la construcción un presupuesto de 30 millones de pesos para 2013. Y dispone la conformación de una comisión de seguimiento integrada por legisladores.

Según advirtió ayer Gustavo Lesbegueris, del Area Derecho a la Educación de la Defensoría del Pueblo, la comisión nunca se conformó y el presupuesto no se ejecutó.

Según pudo comprobar ayer Página/12, a la construcción fueron destinados apenas 11.937.000 millones de pesos, poco más de la tercera parte de lo estipulado por la ley. A juzgar por el avance de la obra, la construcción pudo haber empezado hace dos meses. El plazo para la ejecución de la obra es de 540 días.

La escuela está ubicada en el barrio de Mataderos, frente al edificio conocido como Elefante Blanco y a la villa 15, conocida como Ciudad Oculta. En ese predio se instalarán 12 de los 42 módulos que comprará el gobierno porteño. No habría sido necesario hacerlo si en lugar de proponer la entrega de un terreno público a un privado se hubiera construido una escuela, algo que no entra en los esquemas del macrismo.