La fiscal Marcela Sánchez, a cargo de la investigación –sobre el incendio y la muerte de siete bomberos y dos rescatistas de la Ciudad–, recibió declaración a dos bomberos y un policía que participaron en las tareas para apagar el fuego el miércoles pasado. La semana pasada los testimonios de cinco empleados de la firma que estaban en el depósito cuando comenzó el fuego coincidieron en afirmar que los aspersores de agua no funcionaron y que tuvieron que llamar a los bomberos porque el fuego se descontroló rápidamente. Sánchez también tomó declaración a tres bomberos voluntarios que llegaron al lugar del incendio para combatir las llamas desde el acceso de la calle Azara, pero no aportaron datos sobre el derrumbe de la pared que provocó la muerte de seis bomberos federales, un voluntario y dos rescatistas de Defensa Civil del gobierno porteño.