Marcos Ariel Rodríguez, cuando estaba detenido, al comienzo de la investigación, junto con otros diez policías, se “escapó” caminando de la celda que ocupaba en una comisaría. Más de 20 años después, cuando la causa fue reabierta por la Justicia, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo detuvo en La Falda, provincia de Córdoba. Lo detuvieron en un minimercado de su propiedad. La pista que permitió encontrarlo fue un plan de pagos que había asumido para saldar deudas por multas de tránsito. Nadie había dado antes un dato cierto sobre su paradero, aunque se había ofrecido una recompensa de cien mil pesos.

Rodríguez vivía en una casa cercana al comercio, con su mujer y sus tres hijos. El vehículo que tenía que pagar multas estaba a nombre de la esposa del ex policía. El ex prófugo, ahora detenido, podría incorporarse al juicio oral junto con sus ocho ex compañeros incriminados, o de lo contrario esperar un poco más, para su juzgamiento en solitario.