De impecable camisa sport a rayas, jean clásico y mocasines marrones, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, llegó ayer a Mar del Plata para presentar el libro con sus discursos como jefe de bloque de Diputados del Frente para la Victoria. Intercalando actividades institucionales con acciones políticas como la de ayer, Rossi desembarcó en la costa atlántica para apuntalar su precandidatura a presidente por el kirchnerismo. En diálogo con Página/12, asegura que todos los dirigentes opositores “están parados en el modelo neoliberal que tanto mal le hizo a la Argentina” y considera que el conflicto con Daniel Scioli por su paso por el Espacio Clarín debe generar un debate entre los votantes del Frente para la Victoria. Además, afirma que acompañará al que gane las primarias.

–¿Cómo arranca la campaña este año teniendo en cuenta que corre de atrás en cuanto a nivel de conocimiento?

–Estoy muy conforme con los resultados hasta ahora. Lanzamos la campaña en febrero del año pasado y la candidatura ha crecido en volumen y presencia. Siento que ha despertado mayores expectativas, aunque no desconozco que se necesita tener mayor visibilidad. Aspiramos a poder sortear ese obstáculo. Estoy muy entusiasmado.

–¿Cree que Cristina Fernández va a pronunciarse finalmente a favor de un candidato?

–Yo no especulo con eso. Cristina es quien lidera, si tomase alguna decisión, tiene toda la contundencia del liderazgo. La certeza que hoy tengo es que para que el día que tengamos que presentar las listas haya una boleta que diga “Agustín Rossi precandidato a presidente”.

–¿Ve posible confluir en una fórmula con otros precandidatos?

–No estoy pensando en eso hoy. Mi único pensamiento está puesto en el fortalecimiento de mi candidatura. Estoy como los caballos de carreras que les ponen anteojeras. No miro para el costado, miro para adelante y ya llegará tiempo para ese tipo de análisis.

–Usted dijo que quiere garantizar la continuidad del proyecto político y el liderazgo de CFK, ¿hay otros candidatos del FpV que no cumplen esas condiciones?

–Cuando empecé a pensar en la candidatura me tomé un tiempo y recorrí el país. Ahí escuché dos cosas. Era principio de 2014 y la situación no era ésta. Primero que los kirchneristas quieren la continuidad del proyecto. Y segundo, el liderazgo de la Presidenta. Yo salí con mi candidatura entendiendo que podía interpretar esas dos cosas. La matriz ideológica del gobierno del 2015 al 2019 tiene que ser exactamente la misma y desde allí afrontar los nuevos desafíos. A mi criterio, lograr el autoabastecimiento, profundizar el proceso de industrialización, proyectos estructurales como el hidrocarburífero, la biotecnología, el proyecto aeroespacial. A eso hay que sumarle otros como la industria aeronáutica, la ferroviaria. A la excelente tarea que está haciendo Florencio (Randazzo) de revitalizar el sistema ferroviario, hay que empezar a pensar en producirlo en Argentina. Un de-safío más, nosotros invertimos muchísima plata en ciencia y tecnología, entonces tiene que producirse una simbiosis entre el mundo del conocimiento y el sector productivo. Y tenemos que lograr un empresariado que sepa que para seguir creciendo tiene que invertir en investigación y más desarrollo. Tenemos otro desafío que es la generación de empleo. Eso se logra con el fortalecimiento del mercado interno, eso es aumento del consumo, más salario, más jubilaciones, más pensiones, más Asignación Universal por Hijo. Me alejo absolutamente de los que conjugan el verbo ajustar. El ajuste que plantea la derecha es menor inversión pública, que ellos llaman gasto público, y recorren el camino inverso que el que acabo de describir. Modelo neoliberal, volvemos a los ’90, que fue una década horrible para el conjunto de los argentinos.

–¿Toda la oposición representa eso?

–Sin duda. Los dirigentes opositores, algunos de manera más directa, otros con algún subterfugio, porque Binner habló de la mano invisible del mercado, están parados en el modelo neoliberal que tanto mal le hizo a la Argentina. Esto es lo que van a tener que elegir los argentinos.

–Hay un debate en el Frente para la Victoria que se mostró con lo de Scioli en el acto de Clarín. Usted dijo que el kirchnerismo y Clarín son incompatibles. ¿Eso quiere decir que Scioli no representa al kirchnerismo?

–Espero que este hecho dispare en el buen sentido un debate de ideas hacia el interior del Frente para la Victoria. Que cada uno de los dirigentes que nos proponemos ser precandidatos a presidente podamos decir claramente y comprometernos ante el conjunto de la sociedad qué cosas pensamos hacer y en qué lugares pensamos profundizar en los próximos años. Nos tiene que servir para eso. Obviamente que los dirigentes políticos somos perfectamente conscientes.

–Entonces no comparte lo que dijo Gabriel Mariotto, que en realidad le tendieron una trampa a Scioli y fue ingenuo.

–No entro en la subjetividad de los otros. Uno habla por lo que dice, por lo que escribe, por lo que hace y por los gestos. Esto también se tiene que metabolizar. Yo aspiro a que los votantes del Frente para la Victoria voten en la primaria al dirigente político que más garantía le dé del mantenimiento de las políticas públicas que empezaron el 25 de mayo de 2003. Yo creo cumplir ese requisito. Si algo no pueden dudar de mí es en qué lugar he estado en todos estos años.

–Algunos precandidatos dijeron que van a ser “soldados” del que gane en las primarias del FpV. ¿Usted también?

–Cuando vos participás de una primaria, una vez que aceptás la totalidad de los candidatos que están tenés que aceptar las reglas del juego. Si no, no participes. Espero que esta primaria sea un debate de ideas y no sea un debate de colores. Y espero que eso signifique que los otros me tengan que apoyar a mí.

–Aníbal Fernández dijo que si César Milani es procesado, la Presidenta lo apartará del cargo. ¿Coincide?

–El dijo: “Leí muy bien el pliego, no había ningún elemento para procesarlo”. Y después hizo referencia a dos situaciones anteriores (las de Godoy y Bendini). Yo digo lo que mantuve siempre. Mi experiencia en este año y medio de gestión es que las decisiones en Defensa no se anuncian, se toman. Yo tengo la responsabilidad de conducir a 100 mil hombres. De ésos, una gran parte pertenece al Ejército argentino. Yo tengo que lograr que eso funcione. Y para eso tengo que lograr una conducción que tenga respaldo.

–¿Milani tiene respaldo?

–Sí, el mismo respaldo desde el día que lo designamos.

–¿El Ejército no hace tareas de inteligencia interna?

–¿Cómo van a hacer tareas de inteligencia si está prohibido?

–Precisamente, ésos son los cuestionamientos...

–Está prohibido. No hace tareas de inteligencia ni seguridad interior. Lo que hace es estudiar la evolución del instrumento militar de aquellos países que geopolíticamente son de interés para la Argentina y llevar adelante el adiestramiento necesario para desarrollar esas tareas. Lo demás es todo una especulación de tipo periodístico que utiliza la oposición.