La proximidad del primer ballottage en elecciones nacionales se palpitó en cada sector de la Marcha del Orgullo. Algunos carteles retrataban al candidato por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y a su compañero de fórmula, Carlos “Chino” Zannini, besándose con un epígrafe que apuntaba a que estos candidatos expresan la “continuidad de lo logrado en estos años”. Tras el pasaje de la Marcha del Orgullo, la Avenida de Mayo terminó repleta de afiches en los que se retrataba a Mauricio Macri comiendo un churro al tiempo que se citaban sus frases sobre las personas homosexuales a quienes calificó de “gente enferma” que “necesita ayuda” y se replicó en cada esquina la consigna “Amor sí, Macri no”.

Una pareja de jóvenes con bermudas ajustadas de colores y torsos desnudos llevaba escrito con colores “el verdadero cambio es el que incluye”. Algunos metros más cerca del Congreso otra pareja llevaba escrito en el cuerpo “yo voto a Scioli, Macri es discriminación”. El fuerte signo político de la marcha que llevaba muchas consignas ligadas a los logros alcanzados por la comunidad en los últimos doce años se hizo presente en los carteles que pedían “reflexión” sobre lo que implicaría una presidencia del líder de Cambiemos. Estos aires contra el “cambio hacia la exclusión” se hicieron visibles con las voces que se sumaron a los abucheos para Macri y Michetti y terminaron de confirmarse cuando se desplegó la bandera que decía “Amor sí, Macri No”.