Aunque todavía sigue sin tratamiento el presupuesto de Salud Mental para el año próximo, se presume que el panorama será similar al de 2015. Este año, sobre un presupuesto global de la Ciudad de 85.098 millones de pesos, el monto destinado a Salud fue de 15.469 millones, de los cuales 1265 millones de pesos le correspondieron a Salud Mental. Esto significa que Salud Mental recibe apenas un 1,49 por ciento del presupuesto total de la Ciudad y un 8,18 por ciento del presupuesto asignado a Salud.

En el informe entregado a Página/12 por la diputada socialista Virginia González Gass, se resalta que del análisis del tema surge que “como ha ocurrido en los presupuestos de los últimos años”, en el área de Salud Mental, se observa “una alta concentración en los efectores monovalentes con internación”, de alrededor del 90 por ciento del total, “en desmedro de los dispositivos ambulatorios, como Talleres Protegidos o Centros de Salud Mental”. El único aumento observado en los dispositivos ambulatorios y comunitarios fue el asignado al Programa Atención de Salud Mental de la Dirección General de Salud Mental.

En el análisis se apunta, sin embargo, que “esta ampliación presupuestaria se presenta acompañada de una llamativa duplicación de los fondos correspondientes a ‘Transferencias al Sector Privado’”. En el proyecto 2005 no se dio detalle alguno sobre el destino final de esos fondos, pero durante una reunión, la directora de Salud Mental, María Grosso, explicó que “estos recursos se destinan al pago de contratos con Hogares donde se asisten pacientes de salud mental con familias disfuncionales”.