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En la Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ejecuta en forma permanente un programa de prevención, en el marco del Plan Nacional de Mejora Avícola, con el objetivo de prohibir la importación de aves vivas y productos avícolas frescos de países que declaren la existencia de casos de “influenza aviar altamente patógena”, conocida como gripe de los pollos.
Según precisaron en el organismo, el país está reconocido internacionalmente como libre de influenza aviar y a través del programa que implementa el Senasa, auditado y reconocido por la Unión Europea y el servicio sanitario de Estados Unidos, “se realizan tareas de control activo y pruebas serológicas sobre todas las aves vivas importadas que ingresan al país”.
La certificación de exportaciones de carnes frescas y procesadas de pollos desde la Argentina, durante 2003, alcanzó las 27.176 toneladas, por un valor de cerca de 35 millones de dólares, lo que representa una suba del 101 por ciento con respecto a 2002, informó el Senasa.