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Macri recordó su cautiverio

Mauricio Macri pidió ayer “tener cuidado” con el manejo de información sobre el secuestro de Cristian Riquelme porque “hay una vida en juego”. El presidente de Boca recordó su propio secuestro, ocurrido en agosto de 1991. “Yo viví muy de cerca algo así”, dijo el dirigente deportivo, aunque aclaró que “ni yo ni mi familia éramos muy conocidos y por ese motivo pasó una semana hasta que la noticia se difundió”, contrariamente a este caso donde la información se conoció públicamente horas después del hecho.
“Sé lo que es el sufrimiento de toda la familia y me imagino el de Juan Román”, comentó Macri y agregó que “hay que dejar trabajar a la policía con tranquilidad y tener cuidado porque hay una vida en juego”. El presidente del club donde juega el consagrado Juan Román Riquelme, hermano del chico secuestrado, consideró que “se trata de un momento desagradable y a veces hasta la pasa peor la gente que está afuera que la que está adentro”. “La impotencia de tener las cosas fuera de control es muy grande”, destacó el empresario.
A la 1.15 de la madrugada del 24 de agosto de 1991, Mauricio Macri pretendía ingresar a su vivienda cuando fue secuestrado por tres hombres que lo metieron en un vehículo y lo llevaron hasta una casona ubicada –se supo después– en Garay al 2800, de Parque Patricios. Allí estuvo cautivo hasta el 6 de setiembre, cuando fue liberado luego de que su familia pagara un rescate de seis millones de dólares. Los captores lo dejaron en inmediaciones de la cancha de Deportivo Español, pero le exigieron que dijera que lo habían abandonado en Lomas de Zamora. Dos días antes Franco Macri había abonado la suma requerida por los delincuentes a través de dos amigos de la familia que debieron seguir un sistema de postas por distintos lugares de la Capital y la provincia para la entrega del dinero. Dos meses más tarde, la “banda de los comisarios” –que había cometido el secuestro de Macri y los de otros cuatro empresarios– fue desbaratada. En agosto del año pasado varios de los acusados fueron condenados: los ex policías federales José Ahmed, Juan Carlos Bayarri y Miguel Angel Ramírez a prisión perpetua; Ramón Avalos a 15 años; Carlos Benito a 11 años y Héctor Ferrer y Raúl González a 5 años. En tanto, Juan Carlos Arza y Hugo Andersen fueron absueltos. También en 2001 fue detenido el ex subcomisario Hugo “Poroto” Vidal, luego de permanecer prófugo durante casi una década.

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