SOCIEDAD
CELIBATO Y SACERDOCIO FEMENINO
Por Guillermo Mariani *
Atendiendo a la trayectoria de Ratzinger, se puede inferir que su papado significará una ruptura en la caja de cambios de este vehículo que es la Iglesia Católica. Si durante el papado de Juan Pablo II anduvo en segunda, va a seguir en segunda y no en tercera. No tengo ninguna esperanza de que se abra el debate sobre el celibato opcional y el sacerdocio femenino. Como presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger condenó y silenció la Teología de la Liberación, desfiguró el movimiento ecuménico con la seguridad de que toda y la única verdad está en la Iglesia Católica, reprimió las ciencias sagradas más importantes, amonestando o expulsando a sus cultores más insignes, y postergó la “iglesia de los pobres” como opción fundamental para la Iglesia. El Espíritu Santo parece que no pudo atravesar la muralla de los 115 cardenales, pero tal vez pueda caer sobre uno solo. Ratzinger participó del Concilio Vaticano II, pero después cambió, se transformó y encerró a la Iglesia en una especie de corral, preocupada por los problemas internos. Es misteriosa la elección del nombre que ha hecho Ratzinger. Generalmente se elige por simpatía con quien lo usó antes. Benedicto XV fue un papa progresista que compensó el conservadurismo de Pío X y pudo reconciliar a Roma con la Iglesia china a principios del siglo XX después de haber sido expulsada por Benedicto XIV en el siglo XVIII. ¿El nuevo Papa tendrá intención de ponerse en la ruta del 14 o en la del 15?
* Presbítero de la parroquia Nuestra Señora del Valle, Córdoba, autor del libro Sin tapujos.