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“El proyecto que iniciamos, en el 2002, apuntó a cambiar el rumbo de la institución hacia un lugar digno para la atención de personas con problemas mentales, para que la gente sea atendida en su medio social y no expulsada y excluida del mismo.” El médico psiquiatra Leo Alejandro Zavattaro, director ejecutivo del hospital Domingo Cabred, negó en forma terminante que el establecimiento “esté siendo desmantelado” y rechazó la denuncia sobre “desapariciones” de pacientes, formulada primero por la seccional Luján de ATE y luego por el diputado socialista Héctor Polino. “Sólo son fugas de pacientes; puede pasar que se van 70 un mes y al siguiente regresan 60, y al otro mes vuelven los que faltaban volver el anterior y se fugan otros”, dijo Zavattaro a Página/12.
El director admitió que este año fueron hallados los cadáveres de dos internos. “Es un hospital de puertas abiertas, salvo en dos sectores, de manera que es habitual que los enfermos se vayan y vuelvan semanas más tarde. La solución que proponemos es colocar un cerco de alambre perimetral para disminuir las fugas y evitar que se extravíen en el bosque.” Dijo que las estadísticas hablan de una disminución de las muertes: “De las 90 o 100 que había antes, bajamos a 71 en el 2004”.
También negó que haya habido una reducción del personal y de las partidas presupuestarias. “Manejamos un presupuesto de 11 millones de pesos, con una inversión de 900 pesos por mes, por paciente.” Admitió, de todos modos, que el neuropsiquiátrico Montes de Oca cuenta con “2200 pesos por mes por paciente, pero –sostuvo– nuestra atención es mucho mejor”. Zavattaro aseguró que las denuncias se deben a que sus medidas “afectan a distintos intereses que eran funcionales a varios sectores del hospital”, pero eludió especificar a quiénes se refería.
Como final reconoció que el Cabred “padece de los problemas generales asociados al sistema psiquiátrico asilar y a la exclusión y marginalidad social. De las 1200 personas que se alojan, más del 50 por ciento no tiene criterio de internación porque padezcan alguna enfermedad mental. Están internados por ser pobres y porque la gente los denuncia porque viven en la calle”.