SOCIEDAD › LA CLAVE ES SABER QUE LES PASO A LOS PILOTOS

Incógnitas a 10 mil metros

 Por Carlos Rodríguez

La falta de oxígeno, por una despresurización paulatina o explosiva, habría sido la causa por la cual la mayoría de los 121 ocupantes del avión accidentado en Grecia murieron antes de que el aparato tocara tierra. “El problema en el sistema de presurización (que mantiene la presión satisfactoria para el cuerpo humano dentro de la nave) podría haberse producido por fallas en las ventanillas, el fuselaje o en las puertas del avión”, estimó el ex piloto Horacio Francos, consultado por Página/12. Francos apuntó que, al ser Helios una empresa chica, es posible que no haya tenido “el mantenimiento necesario” de la máquina accidentada. Por su parte, Jorge Pérez Tamayo, presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), se preguntó “¿qué les pasó a los pilotos?”, que se habrían quedado dormidos o sufrieron un desmayo. “La despresurización es una de las hipótesis más comunes y, en ese caso, lo que hay que hacer es descender el avión a los 10 mil pies de altura y eso impide cualquier problema, ya que los pasajeros y la tripulación pueden respirar normalmente, aunque haya habido una despresurización.”
Pérez Tamayo, que fue piloto de un 737 igual al accidentado, recordó que los vuelos se realizan “a 30 mil pies de altura” y en esos casos es preciso “presurizar” la nave, pero a 10 mil pies o menos, la presión ambiente dentro de la nave “es normal” y no es necesario ningún sistema especial. Si se produjo la despresurización, como se sospecha, la otra pregunta es por qué no cayeron las máscaras de oxígeno que habrían permitido que todos los ocupantes respiraran normalmente.
“Las máscaras de oxígeno habrían solucionado el problema, pero es posible que los botellones estuvieran vacíos”, opinó Pérez Tamayo, en coincidencia con lo que dijo Francos en el sentido de que “tal vez el avión no tenía autonomía de oxígeno”. Según Francos, en el último año, la mayoría de los accidentes aéreos incluyeron “a empresas de aviación pequeñas, que a veces no cumplen con todas las medidas que recomiendan los fabricantes de los aviones y que surgen de las inspecciones periódicas que se realizan en las aeronaves”.
Pérez Tamayo consideró como “más probable” que se haya producido “una despresurización del avión, es decir que el avión se ‘desinfla’, y todo el aire se va hacia afuera. Esto se debe haber producido en forma paulatina, porque si hubiera sido una despresurización explosiva, los pilotos se habrían dado cuenta en forma inmediata y hubieran descendido a los 10 mil pies de altura para evitar cualquier problema”. El titular de APLA insistió que la clave reside en saber “qué pasó con los pilotos, que tal vez se durmieron o se desmayaron por efecto de algún gas tóxico que ingresó en la cabina; eso no lo podemos saber”. El avión tiene sensores que miden la presión en la cabina pero, en este caso, por razones que se ignoran todavía, no habrían funcionado.
A Pérez Tamayo le parece “un poco extraño” que las muertes se hayan producido por congelamiento, como dicen algunas informaciones procedentes del lugar del hecho. Francos dice que es imposible “a la distancia” saber cuáles fueron las causas de la muerte, aunque recordó que “cuando un avión vuela a 30 mil pies de altura, la temperatura exterior ronda los 30 o 40 grados bajo cero, de manera que no es extraño que los cuerpos estén congelados”.

Compartir: 

Twitter

Bajando a 3 mil pies no habría ocurrido el accidente.
SUBNOTAS
  • Incógnitas a 10 mil metros
    Por Carlos Rodríguez
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.