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Felipe Solá quiere “peronizar” el discurso de campaña del kirchnerismo bonaerense. Más que apelar a la liturgia, apuesta a trabajar sobre la “capacidad transformadora” del partido, según dijo un vocero del gobernador. El deseado giro no es casual: se estima que el distrito cuenta con más del 30 por ciento de voto cautivo y que hasta ahora la única que hace flamear deliberadamente las banderas del PJ es Chiche Duhalde, la principal competidora de Cristina Kirchner.
La necesidad de “peronizar” el discurso apareció en tres conversaciones que Solá mantuvo con Cristina y Néstor Kirchner. La última vez fue el pasado jueves, en coincidencia con la visita relámpago de Hugo Chávez al país. Una casualidad: el presidente de Venezuela suele apelar a frases de Juan Perón en sus alocuciones.
Las encuestas que maneja Solá dan a Cristina una ventaja sobre Chiche de alrededor de 20 puntos. Pero distintas fuentes bonaerenses temen un corte de boleta “abajo”, en las candidaturas a senadores y diputados provinciales. Y ahí reside el verdadero temor del gobernador.
Por eso, en La Plata buscan complementar la “nacionalización” de la campaña impuesta desde la Casa Rosada con un discurso tradicionalmente peronista, que aliente a los aspirantes del Frente para la Victoria de los 234 distritos bonaerenses a caminar los barrios con una herramienta que históricamente les ha sido útil.
El kirchnerismo necesita penetrar en sectores bajos de la provincia, y para Solá la arenga peronista parece ser el camino más directo. Rota la sociedad con el duhaldismo, la tarea se presenta complicada. Entre otras razones, porque Chiche se quedó con la sigla del PJ y seguramente en su boleta se verán las imágenes de Eva y Perón.
El gobernador imagina igualmente una competencia ya no por la simbología pero sí por la mística partidaria. Kirchner no es muy apego a las formalidades. De hecho, rechazó una y mil veces ser presidente el Consejo Nacional Justicialista. Por eso, Solá apuesta a la revalorización de un peronismo “modernizador de la Argentina”, que vaya mucho más allá de lo que habitualmente es la puesta en escena del PJ.
En ese sentido, imagina tres ideas-fuerza: “dignidad nacional”, “transformación productiva” y “respeto a la memoria y a los derechos humanos”. Este último eje no es casual: posibilita una diferenciación con Chiche, quien acaba de establecer una sociedad política con el ex comisario Luis Patti, precisamente procesado por violaciones a los derechos humanos.
A los ojos del gobernador, el aggiornamiento del discurso le permitirá al kirchnerismo bonaerense no regalar la bandera del PJ a Chiche. La mujer de Eduardo Duhalde viene explotando hasta el hartazgo su condición y su origen justicialista. Ejemplos sobran: durante el reciente acto-lanzamiento de la “Mesa Sindical Lealtad Chiche Senadora 2005” no faltaron la Marcha Peronista y las gigantografías de Eva y Perón.
La propia candidata trazó allí una línea imaginaria entre los peronistas y los kirchneristas: a éstos los equiparó con la Alianza de Fernando de la Rúa, por tener entre sus integrantes a partidarios del Frepaso.
Solá no quiere dejar instalar ese parangón de Chiche. Y pergeña por estas horas un encuentro partidario para el 26 y 27 de este mes en Tandil. Su intención es reunir allí a intendentes, candidatos a senadores y diputados, nacionales y provinciales, además de concejales y consejeros, a fin de homogeneizar el discurso que permita al kirchnerismo transitar la campaña sin sobresaltos.
Desde el punto de vista estratégico, en la Casa Rosada no están del todo convencidos de un giro abrupto: peronizar el discurso, dicen muy cerca de Kirchner, es como aceptar que hasta ahora no lo han sido.
Claro que eso no implica privarse de mencionar ocasionalmente a Perón, como lo hizo el Presidente la semana pasada en el microestadio de River, durante la celebración del Día Internacional de la Juventud. La propia Cristina revalorizó la figura de Eva en un reciente reportaje a la revista estadounidense Newsweek. “Lo que Eva hizo fue mucho más que la participación de la mujer en política. Ella cambió el sistema que operaba en la Argentina en los ’40, de una manera que dio poder a los trabajadores y a las mujeres”, dijo.
Habrá que ver ahora si Solá los convence del cambio. Tiempo de charlarlo tiene, ya que este mes compartirá con ellos una nutrida agenda de actos que se inicia mañana en Merlo, y sigue el 19 en San Martín, el 22 en Ayacucho y Tandil, el 25 en Bahía Blanca, el 26 en San Miguel, el 29 en Malvinas Argentinas, el 30 en Lomas Zamora, el 31 en Tres Arroyos y Azul.