SOCIEDAD
“Operación política”
Los músicos de Callejeros sabían lo que ayer les esperaba. Ayer, cuando su abogado, Mariano Silvestri, les contó sobre el procesamiento por la tragedia de Cromañón, Patricio Santos Fontanet y sus amigos estaban preparados para la noticia. Así lo contó el defensor, Mariano Silvestroni, a Página/12, al tiempo que los muchachos daban una conferencia de prensa en la que acusaban a la justicia de “una operación política cuasimafiosa”. Los rockeros salieron a reivindicarse como familiares y amigos de víctimas. Contabilizaron 41 seres cercanos y queridos fallecidos en el incendio del cual acaban de culparlos como responsables “dolosos”.
“Nos parece una vergüenza. No fuimos a matar a nuestras familias. Esto superó todo, considero que es una operación política y consideramos que esto es cuasimafioso”, dijo Patricio, el líder de la banda en una conferencia de prensa en la sede de la Obra Social de los Trabajadores del Gas (Ostig), en Almagro. Fue Fontanet quien esgrimió un argumento del sentido común para retrucar la resolución judicial: “Hoy lo que están diciendo es que hay intención y conocimiento de lo que pasó, el dolo es eso. Y a esta altura del partido tengo que pensar que yo fui a matar a mi novia, que él fue a matar a la madre, que él fue a matar a la mujer y que él mató a cinco familiares”, dijo y señaló a cada uno de los integrantes de la banda que perdieron parientes en la tragedia. “Si yo te empiezo a nombrar la cantidad de familiares y amigos que perdimos llegamos a 41 personas”, puntualizó.
Por un lado, Fontanet subrayó su vinculación con los muertos en el incendio, y por otro no dudó en responsabilizar a su propio público. “El juez le tendría que haber preguntado al público si realmente se sentía incentivado por este grupo a prender bengalas. Obviamente la respuesta del público iba a ser no y se cae toda la acusación en nuestra contra”, comentó Santos Fontanet. El líder de Callejeros incluso hizo mención a “audios en los que decimos de una manera informal, para que los chicos entiendan, por favor no prendan (bengalas)”. “El dolor que sienten ellos los sentimos 194 veces más porque a nosotros no se murió solamente nuestra familia, a nosotros se nos murió nuestra familia y nuestra gente. Estaban todos con la remera de la banda”, resaltó.
Mariano Silvestroni, el defensor de Callejeros, le dijo a este diario que el procesamiento por estrago doloso “es absurdo, como absurda es la finalidad de producir un incendio. Las pruebas eran endebles. Ahora lo son más”.