“Mi situación es la de una persona que nació en un cuerpo equivocado y tuvo que vivir todos estos años en ese cuerpo; es como si uno pusiera en un paquete de azúcar un litro de vino, una cosa así. Entonces, se trata de que a esa persona se le permita cambiar o adecuar el sexo para llegar a ser la persona que siempre sintió que quería ser”, contó a este diario la persona que se someterá a la intervención.

–¿Podría dar algún ejemplo en que esa situación haya afectado su vida?

–No, porque eso sería entrar en mi vida privada y no quiero hacerlo.

–¿Cuál sería la sustancia de la masculinidad, apresada en un cuerpo femenino?

–No sé cómo explicárselo. Es lo mismo que si una persona, nacida hombre, se hubiese sentido toda su vida mujer.

–Por otra parte, es bastante frecuente que, en relación con diversos motivos, una mujer desee ser hombre o un hombre desee ser mujer.

–Sí, pero una cosa es decir “me gustaría”, por ejemplo por curiosidad, y otra cosa es sentirlo. Cualquiera puede decir, en determinado momento, que le gustaría ser hombre, si es mujer, o al revés, pero no se trata de eso. Se trata de haberlo sentido siempre, todo el tiempo, toda la vida.