“A tres años de la masacre, el mismo dolor y la misma lucha”, es la consigna con la que marcharán por Quilmes el próximo miércoles los familiares y amigos de los cuatro chicos menores de edad que murieron dentro de un calabozo de comisaría en esa ciudad, el 20 de octubre de 2004, como consecuencia de un incendio. La manifestación reclamará condena para los policías que estaban en el lugar, acusados de torturar a las víctimas antes de que comenzara el fuego y de no prestarles la suficiente ayuda una vez que se desató.

La movilización recorrerá desde las 10 el centro de Quilmes para exigir la inmediata elevación del caso –en el que están imputados 12 efectivos que estaban en el destacamento cuando todo ocurrió– a juicio oral, luego de tres largos años de investigación, y también protección judicial para los sobrevivientes y testigos del hecho. La mamá de Diego Maldonado, una de las víctimas del episodio, se llama Elvia González y le contó a Página/12: “Nosotros pedimos justicia para los que se fueron y para los que se salvaron, a los que la policía amenaza y persigue cada vez que el tema vuelve a salir a flote, y nadie protege”.

En algún momento de los tres años que pasaron desde que Maldonado, de 16 años; Miguel Aranda y Manuel Figueroa, de 17; y Elías Jiménez, de 15, perdieron la vida por las quemaduras y la intoxicación que les generó el incendio, el episodio fue denominado la Masacre de Quilmes. El fiscal del caso, Federico Nieva Woodgate, dio por finalizada la etapa de investigación a fines de agosto pasado y entregó las conclusiones al juez Marcelo Goldberg. Una vez finalizada la marcha, los familiares tendrán una audiencia con Goldberg, al que le reclamarán cara a cara la elevación del caso a juicio oral.