El incidente comenzó cuando dos vecinos se acercaron al lugar donde los jueces del Tribunal Oral 24 y los abogados de las partes realizaban la inspección ocular previa al inicio del juicio que aún no tiene fecha. Allí, exigieron al grupo de familiares, entre gritos y empujones, por la reapertura de la calle Mitre al 3600, que está cerrada desde diciembre del 2004 cuando ocurrió el incendio por el cual murieron 194 personas.

El reclamo de los vecinos y comerciantes se debe a que el corte de esa arteria genera inconvenientes en la zona, sobre todo, en el tránsito dado que por Mitre circulaban más de diez líneas de colectivos que pasan por la estación de Once y que debieron modificar su recorrido.

En ese marco, meses atrás, circuló un correo electrónico de un vecino que indicaba que "las líneas de colectivos deben desviarse y provocan una demora de más de 20 minutos a miles de trabajadores". Por su parte, los padres y amigos de los familiares se niegan a la reapertura de la calle porque, sostienen, "las personas pueden perder tiempo en el colectivo, pero nosotros perdimos a nuestros hijos".

"Lo que se vaya a hacer en Mitre responde a los tiempos de nuestros afectos", dijo Adriana Magnoli, mamá de Sofía, una de las personas que murió en el incendio.

Frente a la polémica generada entre los vecinos y los familiares, el Gobierno de la Ciudad intentó darle una solución al tema de los embotellamientos vehiculares con la puesta en marcha de un contracarril sobre Rivadavia para los colectivos. Esta alternativa no funcionó y ahora se espera una definición respecto del proyecto que fue aprobado a fines del 2005 para construir en ese tramo de Mitre un espacio de homenaje a las víctimas, que incluye la reapertura de la calle, pero peatonal.