Lunes, 7 de julio de 2008 | Hoy
18:52 › CUMBRE DEL G8
Líderes africanos urgieron hoy a sus pares de los países más ricos a combatir el aumento imparable del precio de los alimentos y el petróleo, en el primer día de una cumbre del Grupo de los Ocho (G8) dedicada a discutir la crisis, que en el caso de Africa agrava una realidad ya desesperante.
En una jornada dedicada al continente africano, los mandatarios del G-8 aprovecharon la ocasión para advertir sobre posibles sanciones conjuntas contra Zimbabwe, donde el presidente Robert Mugabe acaba de jurar su sexto mandato pese a las críticas de Occidente y la ONU a los comicios en los que fue reelecto.
Gobernantes de siete países africanos se sumaron hoy al presidente estadounidense George W. Bush y a los líderes del Reino Unido, Francia, Rusia, Canadá, Japón e Italia, en el primero de los tres días de sesiones que los mandatarios celebrarán en la apartada ciudad de Toyako, en el norte de Japón.
En un día de lluvia, policías con escudos bloquearon el paso a unos 50 manifestantes que habían acampado en la campiña aledaña y que pretendían acercarse lo más posible al hotel donde se reúnen los líderes del Grupo de los Ocho (G8). A miles de kilómetros, en Mali, activistas realizaron una contracumbre de países pobres.
Dentro del hotel de la cumbre, los 15 jefes de Estado o de Gobierno africanos y del G-8 se reunieron a puertas cerradas para discutir sobre asistencia financiera y programas de desarrollo para Africa, en medio de renovadas presiones sobre los países más industrializados para cumplir sus compromisos con el continente.
La jefa de gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, dijo que los gobernantes africanos -de Argelia, Etiopía, Ghana, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Tanzania- exigieron acciones y subrayaron que la crisis global alimentaria y energética golpeó más a las personas más desafavorecidas de su continente.
"Los países africanos expresaron sus temores de que muchas de las Metas de Desarrollo del Milenio serán difíciles de alcanzar si los precios de los commodities siguen aumentando como lo están haciendo en este momento", dijo Merkel, según informó la agencia de noticias alemana DPA.
Los precios de los alimentos se multiplicaron casi por dos en tres años y este aumento desmedido provocó protestas y disturbios sociales en países del mundo en desarrollo, que también enfrentan los efectos del creciente valor de los combustibles, en una crisis que dominará las conversaciones del G8 en Toyako.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien asistió a la inauguración de la cumbre, manifestó su respaldo a los líderes africanos y llamó a las naciones del G8 a cumplir sus promesas de doblar la ayuda financiera para Africa en 2010.
"El mundo enfrenta tres crisis simultáneas: una crisis alimentaria, una crisis climática y un crisis de desarrollo. Las tres crisis están profundamente interconectadas y necesitan ser atendidas como tales", dijo Ban a periodistas.
El papa Benedicto XVI también pidió a los líderes del G8 focalizarse en las personas más débiles y pobres del mundo pues, según señaló, "son más vulnerables ahora por la especulación y la turbulencia financiera y sus efectos perversos sobre los precios de los alimentos y la energía".
Las Metas de Desarrollo del Milenio fueron lanzadas por la ONU en 2000, con el objetivo de reducir la pobreza y mejorar la salud y la educación en Africa para el año 2010.
Por su parte, el club de naciones ricas prometió en 2005 en el Reino Unido aumentar la ayuda a Africa en 25.000 millones de dólares para 2010, pero la ONU y la Unión Africana dicen que apenas se llegó a un cuarto de ese total. El aumento de los alimentos y el combustible agravó la situación.
La organización de asistencia humanitaria OXFAM acusó hoy a algunas de las naciones del G8, especialmente a Francia, Canadá e Italia, de haber incumplido con compromisos asumidos.
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, ofreció algo de alivio a la crisis con una propuesta de crear un fondo europeo de 1.570 millones de dólares para combatir el hambre y dar a productores de países pobres semillas y fertilizantes.
Los líderes del G8 también hablaron de la posibilidad de imponer sanciones al gobierno de Zimbabwe en respuesta a los cuestionados comicios con los que Mugabe logró perpetuar sus 28 años en el poder.
"Me importa mucho el pueblo de Zimbabwe. Estoy extremadamente decepcionado con las elecciones, que califiqué de farsa", dijo Bush tras reunirse con el presidente de Tanzania y de la Unión Africana, Jakaya Kikwete.
En Mali, cientos de activistas de todo el mundo se congregaron en la ciudad de Katibougou para celebrar una contracumbre a la del G8 de los países más pobres.
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