La medida de fuerza, la primera desde que asumió Mauricio Macri, fue convocada por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), AMC y la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS).

Una fuente del Ministerio de Educación porteño dijo que el acatamiento al paro fue, en promedio, del 18%, con un 35% en el sector público y un 0% en los colegios privados, mientras los sindicalistas aseguraban que contó con una adhesión del 95% y el 65%, respectivamente.

Los docentes realizaron una ruidosa movilización frente a la jefatura de gobierno, de la que participaron más de mil personas, según voceros gremiales, algo más de 200 de acuerdo a fuentes del gobierno de la ciudad.

En la manifestación, además de los cuatro sindicatos docentes convocantes, estuvieron presentes representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), quienes se sumaron al lema de la protesta: "Contra el desmantelamiento y la desfinanciación de la educación pública".

Además de mejoras salariales, los sindicatos reclamaron que se les pague el sueldo a docentes contratados, el abono de las becas estudiantiles, la apertura de más vacantes escolares y el aumento de subsidios para las cooperadoras.

También exigieron la libre elección de la obra social, un mejor trato para las certificaciones médicas que se efectúan en el Hospital Rawson y una rápida solución a los problemas edilicios, que afectan a más de cien escuelas públicas porteñas.

"Este es un paro en defensa de la educación pública, porque no queremos volver a la época de los 90, cuando el Estado se retiró del sostenimiento de la educación", dijo el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación, UTE, Francisco Nenna.

El dirigente denunció "la falta de una política pública por parte de las nuevas autoridades para con la educación" y aseguró que "no se están pagando las becas estudiantiles, a pesar de que hasta la Defensoría del Pueblo pidió informes al gobierno porteño".

Los sindicalistas también reclaman una recomposición salarial que incremente los 1.290 pesos de bolsillo acordados en marzo pasado, fijado tras la paritaria nacional docente cerrada en febrero.

En este sentido, Carlos Oroz, secretario de prensa de ADEMYS, exigió "la convocatoria a la mesa de condiciones laborales y salariales prevista en el estatuto del docente, que se reunió en marzo y que el gobierno porteño había comprometido a darle continuidad, pero hasta ahora no la tuvo".

Sobre este tema, la fuente de la cartera educativa consultada aseguró que los salarios fueron acordados en la paritaria nacional docente de febrero y que, en marzo pasado, se arregló con los gremios cómo reflejar ese aumento en el salario.

"La paritaria nacional docente es el ámbito donde se discuten los salarios de los maestros de todo el país, luego cada jurisdicción resuelve en particular cómo llevar ese incremento al sueldo de bolsillo y eso fue lo que se hizo en marzo", explicó el vocero, y por ello descartó una posible reunión salarial.

Los ministros porteños de Educación, Mariano Narodowsky, y de Hacienda, Néstor Grindetti, mantuvieron la semana pasada una reunión con representantes de otros seis sindicatos del sector, quienes ganaron la elección de la Junta de Clasificación Docente y que no adhirieron al paro de hoy.

En esa reunión "no se habló de salarios sino de la situación que viven los maestros cada vez que tiene que sacar una certificación médica en el Hospital Rawson y de la pronta desregulación de la obra social", explicó la misma fuente del ministerio porteño.

Las autoridades educativas ratificaron que se les descontará el día y el presentismo a los docentes que se plegaron al paro de actividades de hoy.

En ese sentido, Nenna advirtió que "si a esta medida de fuerza, que tuvo un acatamiento del 95%, el Gobierno le responde con un descuento, está claro que a la confrontación la buscan ellos".