16:18 › CUARTO INTERMEDIO HASTA MAñANA

Trasladaron a Bussi a un hospital

La lectura de la imputación que pesa contra los represores Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez en el primer juicio oral por violaciones a los derechos humanos en Tucumán quedó trunca hoy luego de que debieron internar al primero de los imputados por una afección cardíaca. Hubo protestas y algunos incidentes en las afueras del Tribunal.

Pasado el mediodía los vocales del Tribunal Oral en lo Criminal Federal decidieron suspender la audiencia inaugural y pasar a un cuarto intermedio hasta mañana, a las 10, para que el ex gobernador (1995-1999) pudiera ser internado en un centro privado de cardiología ubicado en el centro de la capital tucumana.

Los magistrados Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Josefina Curi tomaron la decisión luego de escuchar -bajo juramento- el informe del médico Mario Gálvez, que integra el equipo del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) formado para, eventualmente, atender por razones sanitarias a los imputados (Menéndez tiene 81 años y Bussi, 82 años).

"Hace cinco minutos acabo de evaluar al general Bussi y me refiere un dolor de pecho precordial de carácter opresivo. Debido a los antecedentes (fibrilación auricular y ser hipertenso) y, por las características del dolor, recomiendo la internación para descartar un síndrome coronario agudo", informó el profesional.

Gálvez aclaró que el militar retirado necesitaba ser sometido a estudios complementarios que, por su complejidad, demandaban que Bussi fuera internado y sometido a evaluación "entre 12 y 24 horas", y luego precisó que "el eco-doppler y el electrocardiograma que les practicaron anteriormente no tiene significación" frente a lo sucedido.

Minutos más tarde, Bussi fue retirado en camilla en una ambulancia, mientras militantes de HIJOS y de otros organismos defensores de los derechos humanos gritaban "asesinos" y hasta golpeaban el vehículo, lo que obligó a que personal de Gendarmería interviniera para evitar mayores incidentes en las inmediaciones.

Guillermo Vargas Aignasse, hijo del desaparecido por el que se realiza el juicio, aseveró a la prensa: "puede ser una estrategia de la defensa o un problema real de salud. Está bien el cuarto intermedio dispuesto, porque prueba que el Tribunal, además de querer disponer de todos los elementos para resolver, le da todas las garantías para que pueda defenderse legítimamente".

Lo sucedido hoy con Bussi contrasta con el informe que ayer efectuó José María David, del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, que examinó al represor y que concluyó que, pese a sus afecciones cardíacas crónicas, "estuvo estable durante el año sin necesidad de internación".

Asimismo, David había pronosticado que Bussi estaba "compensado, en condiciones clínicas de participar" del juicio oral y "sin necesidad de requerimiento de oxigenoterapia permanente", pese a que durante la audiencia de hoy al militar retirado se lo vio con una sonda nasal.

La audiencia había comenzado a las 10.15 y durante casi dos horas funcionarios del Tribunal (Mariano García Zavalía y Florencia Pero) leyeron el requerimiento de elevación a juicio, formulado por el fiscal federal (Nro. 1) Emilio Ferrer contra los imputados, por la desaparición del ex senador provincial peronista Guillermo Vargas Aignasse, en 1976, lectura que quedó inconclusa.

Por el auto de elevación a juicio dispuesto el 27 de diciembre de 2007 por el juez federal subrogante Daniel Bejas a partir del requerimiento de Ferrer, a los militares retirados se les imputó los delitos de violación de domicilio y violación ilegítima de la libertad agravada, aplicación de tormentos reiterados, homicidio calificado y asociación ilícita, en concurso real con el delito de genocidio, previsto por el Derecho Internacional.

"Menéndez y Bussi encabezaron una asociación ilícita que, desde la estructura del Estado, tenía por misión la privación ilegítima de la libertad, ejecuciones, torturas, secuestros extorsivos, robos, daños materiales, apropiación de menores y adulteración de identidad en perjuicio de un grupo perfectamente identificado al que pertenecía la víctima", aseguró Ferrer en el requerimiento leído.

Si bien el cuarto intermedio había sido dispuesto a las 12.15 por sólo 15 minutos, se prolongó durante cerca de 45 minutos, lapso durante el cual Bussi fue atendido por personal del Sistema Provincial de Salud (Siprosa) en una sala especialmente acondicionada con ese fin en la planta baja del Tribunal Oral, ubicado en el centro tucumano.

Antes de que la audiencia inaugural fuera suspendida, Bussi se había mostrado atento a la lectura de la imputación y hasta interrumpió en una ocasión, razón por la que el vocal Casas (preside el debate) lo llamó al orden y le advirtió que, cuando correspondiera, iba a poder "hablar y defenderse plenamente".

Cuando fue dispuesto el cuarto intermedio, Casas también debió alertar a las cerca de 200 personas que presenciaban el juicio oral que iba a hacer desalojar la sala de audiencias, porque se escucharon gritos como "asesinos o genocidas" (mientras se blandían carteles con fotografías de desaparecidos), cuando los represores se retiraban de la sala.

Mientras de un lado del público se encontraban familiares de Menéndez y Bussi (entre ellos los legisladores provinciales Ricardo y Luis José Bussi), del otro estaban algunos de los hijos de Vargas Aignasse; entre ellos el diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse (PJ), además de su par, Stella Maris Córdoba y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde.

Menéndez, que es alojado en los ex Arsenales Miguel de Azcuénaga, tiene una larga vinculación con Tucumán, porque entre 1970 y 1973 ejerció importantes cargos en la V Brigada de Infantería, entonces con asiento en Tucumán, y entre 1975 y 1979 encabezó el III Cuerpo de Ejército, del que dependía la unidad local, a la que solía visitar con frecuencia durante la dictadura.

Bussi encabezó la V Brigada de Infantería entre diciembre de 1975 y 1977, período durante el que desapareció Vargas Aignasse, y a partir del golpe de Estado ejerció la intervención militar de la provincia, período durante el cual desaparecieron o fueron asesinadas centenares de personas.

Tras la vuelta de la democracia, Bussi fundó Fuerza Republicana, partido por el que fue elegido gobernador (1995-1999) e intendente de la capital tucumana -entre otros cargos- en junio de 2003, pero no pudo asumir, porque 15 días antes de la fecha prevista fue detenido por la causa "Vargas Aignasse", por la que hoy comenzó a ser finalmente juzgado.

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Bussi es retirado en camilla por la gendarmería.
 
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