Las chicas argentinas sabían de antemano que sería complicado avanzar a los cuartos de final del certamen olímpico y pese que ya está eliminadas y a perder sus dos primeros partidos no realizaron un mal papel.

El partido ante Suecia se jugó en la ciudad de Tianjin y el único gol del partido lo marcó Nilla Fischer, a los 12 minutos del segundo tiempo.

El seleccionado que dirige José Carlos Borrello volverá a jugar el martes que viene, en Qinhuangdao, ante China, pero ningún resultado le servirá para seguir en los Juegos Olímpicos de Beiing 2008.

Como sucedió en el partido ante Canadá las chicas comenzaron jugando bien, presionando en el campo rival, pero sin tener la suficiente profundidad como para lastimas a las suecas.

Con el correr de los minutos Suecia fue creciendo y a partir de la media hora de juego todo fue de las europeas, que manejaron la pelota a voluntad y tuvieron las mejores chances de gol, evitadas por la arquera Vanina Correa, quien fue lo mejor del seleccionado argentino.

En el segundo tiempo Argentina intentó reaccionar, pero se quedó en eso, en un intento, porque las suecas, con un mediocampo muy movedizo y tres delanteras potentes comenzaron a ser insostenible el empate para las dirigidas por Borrello.

Por eso no extrañó que Suecia se pusiera en ventaja, a los doce minutos del segundo tiempo, con un cabezazo de Fischer, quien de esa manera estableció el 1 a 0 definitivo.

Las chicas argentinos buscaron revertir el resultado, pero durante 30 minutos chocaron con su propia impotencia, pese a que en la última jugada del partido María Potassa, quien había reemplazado a Ludmila Manicler casi lo empate de cabeza.

Cuando terminó el partido a las chicas argentinas les quedaba una chance de poder seguir soñando con la clasificación, pero las ilusiones se desvanecieron cuando en el turno siguiente igualaron 1 a 1 China y Canadá, resultado que las marginó de cualquier posibilidad de seguir avanzando pese a que el martes que viene jugará ante China, en su última presentación del grupo.