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"El contrato venció, por orden del ministro de Interior no será renovado", dijo el portavoz de la cartera, Abdel Karim Khalaf, informó la agencia de noticias Ansa.

Blackwater, que contrata ex militares y ex policías, realizaba tareas de custodia de personal diplomático estadounidense en Bagdad.

Cinco de sus miembros fueron imputados el 16 de septiembre de 2007 por la muerte de 17 ciudadanos iraquíes, en su mayoría mujeres y niños.

Las 17 personas fueron muertas cuando agentes de Blackwater, cuya tarea era proteger un convoy con diplomáticos, dispararon contra civiles iraquíes por considerar que estaba en curso el ataque de un grupo armado.

La Fiscalía de Estados Unidos acusó formalmente a cinco de los miembros de Blackwater de asesinato y de utilizar ametralladoras para cometer actos violentos. Todos los hombres se declararon no culpables y están a la espera de juicio, en tanto el sexto guardia llegó a un acuerdo con la acusación.

Según informa el diario The Washington Post, el Ministerio del Interior de Irak comunicó su decisión a la embajada de Estados Unidos en Bagdad poco antes de que se cumpla un mes de la entrada en vigor del acuerdo de seguridad firmado entre ambos países.

A los empleados de Blackwater que no hayan sido acusados de ningún delito se les permitirá continuar trabajando en seguridad en Irak si cambian de empresa, explicaron las autoridades iraquíes.

Los mismos funcionarios citados por la agencia de noticias Europa Press, indicaron que la compañía deberá abandonar el país tan pronto como el comité conjunto formado por Bagdad y Washington termine de diseñar el plan de seguridad en lo que respecta a firmas privadas, pero no se sabe cuánto tiempo llevará.

"Cuando el trabajo de este comité acabe, las compañías de seguridad privadas estarán bajo la autoridad del Gobierno iraquí y aquellas que no tengan licencia, como Blackwater, deberán abandonar Irak inmediatamente", señaló el portavoz Khalaf. El pasado mes de diciembre, un informe del comité de asesores del Departamento de Estado recomendó al Gobierno no renovar a Blackwater el contrato como consultor de seguridad a los diplomáticos estadounidenses en Irak.