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El abogado ecuatoriano del caso, Iñigo Salvador, detalló que se presentó un documento con los argumentos jurídicos, técnicos y testimoniales que sustentan la acusación, lanzada ya en marzo de 2008 contra Bogotá por las fumigaciones aéreas en la zona limítrofe común.

En unas 3000 páginas, que incluyen además informes de expertos, organizaciones internacionales e investigaciones, Ecuador detalló el daño que causa ese herbicida tóxico a las plantas, el agua, la tierra, los animales y las personas.

A este químico, de la empresa estadounidense Monsanto, Colombia agrega otros productos que aumentan su nocividad y es utilizado para erradicar los cultivos de coca, pero acaba también con todas las plantaciones lícitas y provoca grandes afectaciones, denunció Salvador, según la agencia noticiosa cubana Prensa Latina.

El riego aéreo se registró entre 2000 y 2007 en el sur de Colombia y el glifosato fue arrastrado por el aire hacia el norte ecuatoriano, lo que, según Quito, alteró la vida y la salud de los habitantes de esa zona.

Salvador señaló que uno de los propósitos de la memoria es persuadir a la Corte de La Haya para que obligue a la administración del presidente Alvaro Uribe a indemnizar al Estado ecuatoriano y a los afectados por estas aspersiones aéreas.

La CIJ deberá determinar, asimismo, el monto a pagar por Bogotá por esos eventuales daños.

Se prevé que el 29 de marzo de 2010 Colombia presente ante la Corte una respuesta a la demanda de Ecuador, detalló Salvador, que explicó que "se trata de un proceso largo que podría extenderse varios años".